- m. Acción de recrearse (‖ divertirse).
- m. En los colegios, suspensión de la clase para descansar o jugar.
- m. Sitio o lugar apto o dispuesto para diversión.
El recreo, ese fugaz suspiro en medio del caos cotidiano. Un respiro para las almas agotadas, donde las risas se desprenden como mariposas multicolores.
El tiempo se detiene, las preocupaciones se desvanecen y el mundo se transforma en un lienzo de juegos y camaradería. El recreo, un destello de felicidad en medio de la rutina.
Manuela Sánchez
Eran los matones del recreo. Altos, desgarbados y corpulentos, tenían tres años más que el resto de la clase. Los hermanos Dalton los apodamos. Les gustaba acobardarnos. Rompernos los deberes. Mandarnos mensajes amenazadores. Los denunciamos a Dirección y acabaron expulsados del instituto. Sin diploma y sin porvenir. Eso creímos todos.
Arancha Naranjo
I
No se entiende almuerzo sin vino ni colegio sin recreo.
II
No entiendo diccionario sin palabras, ni palabras en mi boca cuando te veo.
III
Te veo y me recreo y creo que ni entiendo lo que leo y por eso… releo.
Juanma García
Seseo y ceceo que dibujo como signos andaluces de un lenguaje hablado y envidiado. Trazos en mi lienzo, coqueteo sin bloqueo, deseo por el que peleo. Andalucía, líneas magistrales dibujadas por el maestro. Allá donde nací, vivo y moriré. El sitio de mi recreo.
El Dibujante
Te miro y no te veo, ni entrelíneas te leo. Corazón pétreo.
Quiero fer una prosa en román paladino,
en cual suele el pueblo fablar con so vezino;
ca non so tan letrado por fer otro latino.
Bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino.
Gonzalo de Berceo.
Poca relación con recreo, pero rimaba…
El Mendigo
I
El oasis de la niñez, las reuniones juveniles. Ese ratito donde los niños aún son niños y los adultos respiran aliviados unos minutos.
II
Saltar a la comba, jugar al elástico, al pilla pilla, al escondite, a la rayuela y al corro de la patata. Juegos de la niñez con duración de treinta minutos: Quién pudiera volver a cuando éramos diminutos.
III
Tocaba el timbre y todo el mundo salía al patio. ¿Un simulacro? Sí, de la vida que hay que disfrutar antes de apagarnos.
Rocío C Gómez
…y es que hace tan sólo unas horas en las que te perdí la pista y en segundos, ya te echaba de menos. Porque puedo ver belleza más allá de ti, Sevilla mía. Sin embargo, sabes de sobra, que sólo en ti me recreo…
Patricia Delgado
Tu mirada es el recreo de mi alma cansada.
Ángel Salgado I
Era escuchar el timbre y salir corriendo para llegar el primero a la pista de fútbol. Una vez allí, esperar al resto de amigos, al balón y comenzar el partido de los partidos, el clásico «los del A contra los del B».
Ángel Salgado II
Con tan poco, teníamos tanto,
las quejas como un eterno llanto.
Queríamos ser niños adultos,
tratamos a la vida con insultos,
dando a lo banal un exceso de importancia
para añorar por siempre nuestra infancia.
Ángel Salgado III
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