
Nada era lo mismo. Lo intentaba pero todo era en vano. Una sonrisa fingida, un estar sin sentido, una herida abierta que no sanaba. Lo decía su mirada. Un alma lastimada que en un intento de sobreponerse, flaqueaba. A mí no me engañaba, a mí no…
Patricia Delgado
En un instante, sus miradas se encontraron y el mundo se desvaneció a su alrededor. En esos ojos encontraron refugio, ternura y pasión. Las palabras sobraban, todo se decía en silencio a través de sus miradas. En ese momento, supieron que estaban destinados a encontrarse una y otra vez.
Manuela Sánchez
Tenía que darse prisa en encontrar las joyas. Era un ladrón experto. Por esa misma razón, en un momento determinado, al mirar hacia la ventana supo que tenía que salir corriendo. Le había bastado un simple contacto de ojos, una mirada indiscreta detrás de los cortinones para dejar el botín.
Arancha Naranjo
Entre todas las miradas, me quedo en la tuya.
Ángel Salgado I
Desde el cielo fijan su objetivo.
Mirada congelada al calor de un abrigo.
Columna de humo en el bloque vecino.
No queda nada tras el fuego enemigo.
Ángel Salgado II
Salió a la calle con las gafas puestas, anduvo un tiempo ausente y perdido. Miró, a través de sus cristales oscuros, su ciudad y su movimiento; y solo se las quitó al estar contigo.
Ángel Salgado III
I
Un mar de lágrimas,
la inmensidad de tu mirada.
II
Un mar de lágrimas involuntarias,
“Si se cumple la condena
rubita de mis amores…”
III
El reflejo de mis ojos en los tuyos,
la inmensidad…
IV
No es lo mismo tener unos ojos bonitos que una mirada atractiva…
V
Mírame y nos quemamos juntos en el infierno
Mírame y juntos saldremos de las llamas.
VI
Con una mirada bastaba; hoy toca dar explicaciones y esperar réplica y contrarréplica. Los padres no somos como los de antes…
Juanma García
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