Toca análisis de una situación que tiene muchas aristas, con unas estarás de acuerdo, con otras no tanto y seguro que se nos escapa algún vértice punzante que pueda aportarnos un poco más de luz.
Analizados los dos últimos encuentros y viendo la clasificación actual de La Liga y el mal resultado cosechado en las semifinales de Copa del Rey, en casa, ante su público, y contra su más fiero enemigo, vemos que la planificación, el estado de forma de algunas piezas clave, la edad y desgaste de otras y el engranaje completo bien podrían ser los puntos a estudiar.
Comenzaremos analizando la baja forma de algunos puntales de la plantilla como son el caso de Alaba y Tchouameni.
El versátil central zurdo no está atravesando por su mejor momento futbolístico que, unido a alguna lesión, le está deparando una temporada bastante mediocre cuando más falta hace.
La llegada del alemán Rudiger hizo pensar que Alaba podría partir desde el perfil zurdo subiendo y aportando fútbol, centros y pases de calidad por detrás de Vinicius sumándose al ataque e incluso permitiendo movimientos estratégicos durante el partido cerrando atrás con tres y dándole a Carvajal o Lucas Vázquez toda la banda derecha…
A cambio de este problema, nos hemos encontrado con un nuevo lateral izquierdo en Camavinga, que si bien, su labor física en el centro del campo es muy necesaria, al sumarse al ataque aumenta el número de efectivos en el centro del campo y ese factor sorpresa puede romper alguna línea defensiva. En contra tenemos que los conceptos defensivos aún no los tiene asimilados aunque físico le sobra para corregir en un momento preciso.
Otro de esos pilares cuya forma física deja mucho que desear y es vital para el fútbol rápido del equipo de Carletto es Tchouameni.
Tras la venta de Casemiro al United, el francés se quedaba como único mediocentro defensivo puro, aunque Kroos y Camavinga puedan ejercer esa labor. Arrancó la temporada sorprendiendo a todos y demostrando que con este tipo de futbolistas, 80 millones de euros pueden ser pocos por el rendimiento inmediato y a medio y largo plazo que te va a dar, siendo una inversión más que amortizada cuando le toque decir adiós, si las lesiones le respetan. Pues desde que regresó de Qatar no existe. Muchas ausencias, baja forma, lesiones leves y escasa presencia en un puesto vital para que los interiores creen y les haga llegar el balón a los tres de arriba.
Uno de esos tres puestos de arriba lo está ocupando el charrúa Fede Valverde y estamos ante el mismo ejemplo que con el francés. Capacitado para lo que quiera, puede jugar de medio, interior, en una inexistente mediapunta en el esquema actual o bien desde banda derecha compensado el centro del campo y desde ahí aprovechar su disparo de lejos. El Pajarito parece que vuela, pero vuela bajo últimamente…
El siguiente punto a tratar es el de la edad de otros puntales que han sostenido al equipo y dado gloria en el último lustro pero por los que la edad también pasa y aunque queramos, no tienen relevo. Hablamos de Kroos, Modric y Benzema.
Trío de genios, trío de abuelos que sobrepasan los 100 años entre los tres en alguna década y que, aunque hayan dado toda la gloria al club en estos últimos años, y por mucho que queramos ver en Camavinga, Valverde, Ceballos y Rodrygo o la última gran novedad del filial, el uruguayo Álvaro Rodriguez, ninguno tiene sustituto natural de verdad, porque en algunos casos no los hay en el mercado y por otros porque nadie quiere venir a ser suplente y así enlazamos con la planificación.
Todo este estudio se va al traste cuando el Real Madrid compite en la Champions; allí, Modric tiene 30 años, Benzema es el actual Balón de Oro y Kroos en medio que llegó pleno de facultades desde Munich…
Siguiendo con este análisis, Florentino, el gran vértice de toda esta pirámide triunfal, y la secretaría técnica del club no han contemplado, por ejemplo, el fichar un segundo medio de contención y lo más importante, un delantero centro que haga la transición lógica deportiva con Karim Benzema, juegue a su lado, aprenda lo que el francés de origen argelino tiene que aportarle y compita por el puesto de ‘9’. Tan necesario en una plantilla donde el error puntual se paga con “pena de muerte deportiva”.
Por último, la pizarra, el italiano Ancelotti, el que hace que este engranaje deba funcionar como últimamente no lo hace y es que no es capaz de visionar el partido previamente e incluso cambiar las fichas en el tablero sobre la marcha según se vaya dando el encuentro. Le pasó ante el FC Barcelona en Copa y le pasó anoche en el campo del Betis donde todo se basó en presión y balones a Vinicius que una y otra vez se iba de Sabali pero se encontraba con un muro infranqueable y sin ayuda.
Ayer trató de mover sus fichas con Rodrygo haciendo de segundo punta pero claro, faltaba un medio, claridad y esa rapidez y precisión en el último o penúltimo pase que fuese capaz de desarbolar las férreas y pobladas defensas que tanto Xavi Hernández como Manuel Pellegrini le propusieron en sendos encuentros.
Tal vez sea un momento valle de la temporada, tal ve todo sea consecuencia del Mundial o tal vez sea que todo se lo van a jugar al cara o cruz de la orejona, pero un año en blanco en el cuadro de Florentino es sinónimo de despedida del técnico y cambio de ciclo.
Veremos cómo sale de la vuelta de las semifinales en Barcelona y del enfrentamiento ante un Liverpool que no debería peligrar, pero que ayer le endosó 7 goles al Manchester United que venía como un tiro. La Liga, a estas alturas, parece más que sentenciada…