
La calma se instaló de lleno, sin avisar, verdaderamente era su hábitat. En todo caso, yo era la intrusa. Pero prometí no molestarla, me acomodaría a ella sin más. Sé que formaríamos una gran pareja, por siempre, en esa casita del árbol…
Patricia Delgado
Se vendía casa pequeña, en plena naturaleza y lejos de ruidos. Estábamos seguros de que era la oportunidad de nuestra vida. Hicimos planes de hipoteca y empezamos a diseñar la decoración. Luego descubrimos que se trataba de un nido para pájaros. Ahora tenemos dos jilgueros y seguimos de alquiler.
Arancha Naranjo
Pichi volaba feliz de rama en rama. Mamá había ido a coger gusanos para cenar y le había dicho que no saliera de su cómoda casita/nido. Pero Pichi era un polluelo aventurero y es lo que había.When de repente….. ploffff!!!! Cat in the suelo. Alitas, para que I want you!!!! Fly to the casita y a esperar a mamá!!!!
La Renacida
Mucha casita en el árbol, pero los pájaros siguen ocupando las ramas.
Ángel Salgado I
De vuelta a casa, con la mirada perdida, me encontré con ella asomada a su pequeña ventana.
Ángel Salgado II
Nacer, crecer e intentar volar…con todo y contra todo.
Ángel Salgado III
¿A cuánto estará el metro cuadrado?
Ángel Salgado IV
Si tú quisieras,
sería.
Si lo deseas,
volaría.
En tus ojazos,
mi hogar.
Entre tus brazos,
despertar.
Ángel Salgado V
I
Llena de miedos estaba, pero tesón le puso a su objetivo. Ahora ya vuela libre, mas sabe que aquí aún está su nido para cuando quiera volver.
II
Pájaro cantor que silbas en las ramas, dime tú cómo lo llamas: casa, hogar, familia, morada…
III
Me contó que necesitaba nuevos aires, nuevos objetivos, nuevas miras, nuevos nidos. Se fue y aún no ha vuelto. Lo espero, pero sé que no va a volver… ¡Ah! Ahí está.
Rocío C Gómez
En la mañana tintineaba
En la noche resplandecía
Haciendo ecos de alegría, mientras los niños bajo sus pies jugaban amenamente.
Alrededor aves volaban y enjambres de abejas pasaban saludando mientras en su faena día a día se ocupaban.
La casita del árbol guardaba su amor en el centro, cerca de la chimenea donde las hadas un día vivían.
Manuela Sánchez
Esta noche quiero tranquilidad para transitar por mi mente. En ocasiones, me planteó un debate acerca de la causa de mi carácter tan peculiar. Anoche, mantuve una conversación muy divertida, pero en la que fui muy torpe. Hoy, cuando lo mencionaba en la cena, mis amigos se doblaban de risas…
—¡Se habrá creído que estabas loca!, decía una.
—¡Me gustaría verte en una entrevista!, interrumpió otro.
Nos hemos reído mucho y se ha demostrado que tengo mi propia casa en el árbol.
Katy Núñez