Hoy es el día de la punzada en el pecho, del nudo en la garganta desde que te levantas. Hoy es el día de buscar la causa de la consecuencia, del vello de punta sin sentido alguno.
También es el día del agotamiento mental, del cansancio físico, es el día de la pastilla sin remedio, de la cama desecha todo el día. Hoy es el día de mojar la almohada sin darte cuenta, de mirarte al espejo y no encontrarte en el reflejo.
Hoy es el día que la vida vale pero tú no lo ves, el día de no pensar porque no puedes, de organizar el desastre, de buscar las explicaciones que nunca te dan. Hoy es el día de echar de menos, de querer vivir en pasado y odiar el presente. Hoy es el día de odiar el futuro porque no sabes si llegará, de dar besos al aire y que los coja el que quiera. El día del desapego emocional, el que no sabes hacer por mucho que te lo propones.
Hoy es el día de ser fuerte estando hundida, de querer sonreír con la mirada perdida, de automatizar sentimientos porque solos no salen.
Hoy es el día, no sé si el primero o quizás el último…