Me gusta meter las manos en harina. Un día me atreví a preguntarle al panadero jubilado que almuerza en el bar de la esquina por el secreto para conseguir una corteza crujiente. “Simplemente, un vaso de agua en el horno”, me contestó. Pero a mí no me sale.
Arancha Naranjo
La figura de su padre caminando con el pan caliente bajo el brazo y el periódico del domingo en la otra mano, esa era la evocación que le traía el olor del pan recién horneado. Después, recordaba, su padre mutilaba la barra por el pico y le daba el trozo. Todo se reducía a pan y nostalgia.
Enrique de la Cruz
Carmen repasaba cada detalle de la cena perfecta. Incluso había puesto el mantel de hilo blanco y sacado la cristalería que le regaló su abuela… Mientras, Hugo enviaba unos mensajes por el móvil y sonreía.
—¡Toca hablar del viaje a Japón! —canturreaba acercándose al horno para mirar el pan.
Katy Núñez
I
La inocencia de la niñez en una cálida tarde de verano,
El vecino militar que volvía con el petate.
Jugar con amigos en la calle hasta cansarnos,
El pico de pan que hacía las delicias con el chocolate.
II
Ella aún recordaba el sonido del coche. Talega en mano que subía hasta el cuarto piso sin ascensor. La felicidad era comerse ese bollito en brazos del abuelo.
III
Olía a felicidad recién hecha desde bien temprano por las calles. Ya nada se puede comparar a eso.
Rocío C Gómez
Como dicen, esto es pan comido, sin embargo, aún hay mucho que aclarar, porque…¿Un bollo es un chulo? ¿Y una andaluza es una viena? Un mollete no es un pepito y tampoco una baguette es una barra. No seamos tiquismiquis y alabemos una de las tantas bendiciones de la vida
Patricia Delgado
Ponme entera con manteca y media de jamón con tomate…
Ángel Salgado I
Cuando llegue el final, que me pille con las manos en la masa.
Ángel Salgado II
Con mantequilla y azúcar para el cole,
el piquito caliente para el camino a casa.
El del fútbol con sorpresa de tu madre,
el de las prisas por las noches al llegar.
El especial improvisado con lo que haya,
el clásico y el mixto, échale de todo.
Bocadillo de toda la vida,
que nadie nunca acabe contigo.
Ángel Salgado III