La vida nos trata como nos trata y aunque me canse de decir que es muy fácil y que no debemos complicarnosla, hay reveses difícil de asimilar.
Estos reveses pueden ser de índole insospechada y la mayoría de las ocasiones inesperados. No os imagináis la de vueltas que da la vida…
Según el Niño del Zurraque en una de las charlas que no recuerda pero que mantuvimos en el coche un día yendo a por “pescaíto” frito…la vida da muchas vueltas, muchas ostias mas concretamente y que lo normal es que te deje más “tocao” de lo que estaba. Hay una ley en termodinámica relacionada con el orden y el desorden que puede justificar todo esto. El mundo y tu alrededor aunque parezca ordenado tiende al desorden, y cualquier chasquido de dedos puede desestabilizar al mas pintado…
Este guerrero que os escribe tiene como meta en su vida personal el hacer felices a los demás. De hecho lo instauro como único mandamiento de la que era su morada y se la obligo a los demás miembros cuando la evolución.
Pues para estas navidades me he propuesto que a pesar de esos reveses dados por el destino, vida, azar o por el Dios al que queramos echarle la culpa, la ilusión y la alegría tiene que imperar en los rostros de mi gente. ¬¿Y cómo? Pues volviendo a los orígenes, maquinando cosas para tener al personal pensando, haciendo de Rey Mago pesado, creando expectativas…Expectativas que luego, hay que cumplir ya sea el Día de Reyes o cualquiera de los días previos de estas fechas, si no el año que viene es imposible volver a crearlas.
Pues lo dicho, hay personas y alguna personita para los que estas navidades no iban a ser especiales, o simplemente iban a ser mas un compromiso que otra cosa, y ahí es donde entro yo…una sorpresa por aquí, una exageración por allá; unas pistas por aquí, otras por allá…interminables charlas con todos los otros en su presencia para que se cosque de que estamos hablando sin que pille nada…
Y lo mejor de todo, la satisfacción de ver que poco a poco, día a día, minuto a minuto crecen las ganas de que lleguen esas noches, Una mas mágica que las otras.
Hacer cambiar el estado de animo de tu gente no tiene precio, ni MasterCard ni leches. Aunque una buena tarjeta de crédito en estas fechas tampoco lo tiene ¿O no?
Pozi…estoy seguro que lo haras muy bien, y en el ultimo instante de tu magia podré comprobarlo…tengo ganas.
DiputadoConTunicadeBaltasarNegroide…
hay algo más bonito que la ilusión…pues que de esa ilusión venga una realidad ilusionante. Habrá que ir a ver a su «majestad» en estos días… cosas!