No importaba la época del año, quizás no en verano por aquello de las vacaciones, pero todas las mañanas eran iguales. O eso recuerdo yo.
Yo estaba en mi camita, unas veces en aquella litera infernal en la que a veces lo complicado era poder dormir, debido al demonio que dormía arriba y sus juegos nocturnos. Otras veces fue en mi cama individual, ya con los dormitorios separados, pero con alguna visita sorpresa.
Mi madre entraba sigilosa en mi cuarto, aunque yo ya sabía que venía, y me decía “Ángel, ya es la hora” y se marchaba como si no hubiera estado nunca allí. Yo sonreía y me daba la vuelta sabedor que podría dormir un ratito más. Por supuesto que sabía que ella volvería y me diría “que se te enfría el desayuno”. [Read more…] about 34 quereres