Una foto nuevamente es la culpable de mis palabras; una imagen que resume perfectamente el comportamiento positivo que se debe tener frente a todo, frente a la vida.
Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos tenemos que enfrentar al duro reto de crecer, de madurar, de encarar la puta realidad como viene y a ser posible, convertir lo feo en bonito y lo difícil en fácil.
Nunca nadie dijo que la ardua tarea de la vida fuera sencilla, aunque os puedo asegurar que en multitud de ocasiones, la hacemos mucho más complicada de lo que realmente es.
Yo, este guerrero que os escribe, se dedicaba a guerrear y batallar por doquier dejando multitud de heridos por el camino, con un coraje inusitado y sin miedo a las consecuencias. Un hecho «doloroso» en la vida y mi nueva pareja me han enseñado a calmarme, a tomarme las cosas con mayor tranquilidad en aras de obtener los beneficios deseados. He de reconocer que mis tertulias con mi Filósofo también ayudan a afrontar las cosas como vienen, pero desde el punto de vista de la calma y la serenidad…
Como veis, me he desviado un pelín del tema; no me importa si es por un buen motivo. Retomando el escrito de hoy, fijaos bien en la foto, ¿habrá algo más duro que verse arder y soplar y soplar hasta vaciarse los pulmones para tratar de no caer en las redes del fuego destructor? ¿Pensáis que el personajito se quema? Ahí está la visión del que todo lo ve negativo…
Yo, sin embargo, ante la dulzura que transmite mi amigo, y las ganas que le está poniendo, sólo veo una ráfaga de viento intenso que acabará convirtiendo el pico del papel en cenizas y nuestro amigo sano y salvo relajado en la otra orilla del folio mientras recupera el aliento, y con una sonrisa de oreja a oreja por el trabajo realizado.
Moraleja: denlo todo en la vida para luchar por los objetivos marcados y sean positivos y muy felices.
Siempre mi Guerrero siempre. La vida es para los optimistas de mirada limpia…fuera los derrotistas !
Salud y amor