Primera de las finales que nos quedan en la Liga frente al Getafe, un rival que actualmente juega “nuestra Liga”, aunque no sé muy bien cuál es. En un estadio que históricamente no se nos ha dado muy bien, de hecho solo hemos ganado una vez allí, con Manolo Jiménez en el banquillo.
Salía Emery con lo mismo que en Zaragoza, menos la baja forzada de Spahic y Navarro, en su lugar salieron Botía y Coke. Palop seguía en portería, aunque el debate no ha hecho más que reabrirse.
Empezó tu/mi/nuestro Sevilla con mucho control del balón, muchas veces en zonas del campo muy alejadas del área y sin crear peligro. Solo con fútbol directo llegaron las primeras ocasiones. Siempre con la participación de Reyes, Negredo, Rakitic o Navas.
Muchos fallos en el último pase o en el remate final. Negredo centra mal en una contra a Navas, luego tras pase del palaciego regatea con la cabeza y se precipita rematando al lateral. La más claras la tuvo Navas, pero está claro que este año Jesús no está a su nivel y mucho menos que tiene gol, eso es algo que el Duende no va a tener en su vida y por desgracia lo demuestra día a día. Hoy solo, con el portero batido remata sin convicción, flojo y sin que la pelota fuera para dentro siquiera.
Pero aun así se siguió trabajando el partido, a fuego lento, y la recompensa llegó cuando Rakitic se inventa un taconazo que deja solo a Reyes, el de Utrera hace el 0-1 de zurda al palo corto. Gran gol del Sevilla FC.
Pero la alegría en casa del pobre ya se sabe… y minutos más tardes, Palop que parecía que había ganado el pulso a López, falla clamorosamente en un balón, que con ayuda del viento, acaba entrando en la portería sevillista desde más de 30 metros.
Empate a uno y esa sensación, tan familiar, de que necesitamos tanto para marcar y que los demás no necesitan ni ocasiones. Y con esa carita nos fuimos al vestuario.
Tras el descanso más de lo mismo, una lista de ocasiones sevillistas desaprovechadas, un balón suelto por el área que ni Negredo ni Rakitic llegan a pase de Cicinho, un auto remate resuelto con paradón del portero local, un gol anulado a Kondogbia (entró por Maduro) por fuera de juego y la más clara un mano a mano de Negredo que manda a las nubes. Otra más clara que falla nuestro único delantero, ÚNICO porque Emery no cuenta con Babá como ha demostrado hoy de nuevo.
De aquí hasta el final, los cambios de Stevanovic por Reyes y de Manu por Rakitic y dos córners sacados por Navas a pierna cambiada que, con ayuda del viento, casi se convierten en goles olímpicos.
Dos puntos que se nos han escapado, otros dos, otro gol que regalamos y una ristra de ocasiones malogradas más. Un punto insuficiente, pese a la mejora.
Como dijo Henri-Frédéric Amiel “un error es tanto más peligroso cuanta más cantidad de verdad contenga”, y nuestros errores llevan la verdad de una mala planificación, de una mala gestión, pero no nos hace falta un delantero… quizás sean dos.
ÁS_FdN
Mario Ruiz says
19 enero, 2013 at 22:34Nada más que añadir a tan buen post, como siempre, del sabio Filósofo. Estoy seguro que si, tal como dices, tu/mi/nuestro Sevilla, tuviese una delantera en condiciones, estaríamos luchando por otras cosas.
Eso si, con la llegada de Emery se ve un equipo mucho más ordenado, pero sin gol… A ver como se nos da el miércoles la vuelta de la copa contra el gran Manolo Jiménez.
¡Un beso Filósofo!
el filosofo says
20 enero, 2013 at 13:36Me alegro de volver a leerte por aquí… un beso grande!
el guerrero says
21 enero, 2013 at 11:41Semana decisiva la que comienza con la esperanza de que Unai sea capaz de llevar al equipo a la senda de la victoria…