Partido intersemanal de tu/mi/nuestro Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán, ambiente de gala en Nervión, con tifo de los Biris recordando las grandes verdades del fútbol sevillano. Menos mal que club y grupo “recapacitaron” y lo importante fue el equipo. Enfrente uno de los grandes llorones y mangantes de la Liga española, el Real de Madrid. Salían los nuestros con Beto, Coke y Alberto en los laterales, Fazio y Pareja de centrales, doble pivote para Mbia e Iborra y bandas para Reyes y Marín. Rakitic a lo suyo y arriba
el colombiano Bacca. Y salían además con 36000 sevillistas que llenaban las gradas. En el corazón de gol Norte se leía: “Tenéis derecho a permanecer en silencio”, uno del otro equipo interrogado, con imágenes de la manita de Caparrós, de los tifos de “Nacidos para dominar Sevilla” y “Regalos inolvidables” y con la parada de Beto en la tanda de penaltis. Ea. Intensidad, equilibrio, sacrificio, calidad, equipo. Esto es ahora el Sevilla FC y eso es lo que demuestra en cada partido que juega… y gana. Antes del primer minuto ya generamos la primera ocasión de gol a balón parado, aunque es cierto que las más claras fueron de ellos en la primera mitad. Casi todas tras pérdidas tontas o tras recular mucho que acabábamos sin defender, pero entonces ahí estaba Beto. Pero para poner el partido más emocionante y volver a la épica, se adelantaba el Real de Madrid de rebote en una falta desviada por Bacca que se colaba en la portería del portugués, que nada pudo hacer en esta ocasión. Pero este equipo no se rinde y solo 4 minutos después llegaba el empate. Control de Reyes, pase al hueco y allí aparecía Bacca que de primera hacía el 1-1. La grada enloquecía y retumbaba Nervión. Tras el gol mejoró el Sevilla, aunque las ocasiones fueron de ellos, Beto paró todo lo que le llegó, de lejos, de cerca y cuando falló, ahí estaba el palo y Pareja para sacar en la línea. Nosotros tuvimos una tras buena combinación entre Reyes y Bacca. Y con empate a uno se llegaba al descanso con la ilusión intacta de conseguir los tres puntos. Ya en la reanudación se vio al equipo más compacto y esperando y buscando las contras. Bacca regateaba y remataba alto, Coke forzaba un córner tras jugada ensayada, Fazio salvaba providencialmente una ocasión clarísima rival. Y llegó la jugada del partido, de la jornada… Alberto despeja un balón en el área sevillista, Rakitic controla de espuela y hace un sombrerito sombrerazo en el medio del campo, conduce la pelota y en el momento exacto toca para Bacca, el colombiano remata entre las piernas del portero y marcaba el 2-1… llegaba el éxtasis a Nervión. Golazo del Sevilla, pelea, lucha, compromiso y calidad, mucha calidad. Emery movía banquillo, ya había entrado Vitolo por Marín antes del gol. Gran partido del alemán, sobre todo en el plano defensivo, comprometido. Y tras el gol entraba Navarro por Reyes, enésima ovación para el canterano. Qué alegría volver a verle partidazos con asiduidad. Otro que salió ovacionado fue Bacca, 14 goles en Liga para el colombiano (19 en total), y doblete ante el mundo. Se sufrió al final, pero sin sufrimiento no hay gloria, o por lo menos no se disfruta tanto. 6ª victoria del Sevilla consecutiva en Liga, récord histórico del club, equipo unido, rotaciones, jugadores comprometidos, afición… SFC. Como dijo Buda “la máxima victoria es la que se gana sobre uno mismo”, y tu/mi/nuestro Sevilla se ha ganado a sí mismo, como equipo con alma. Y digo yo que Emery algo tendrá que ver… ÁS_FdN
celia says
27 marzo, 2014 at 12:49Noche que quedara como inolvidable en los aficionados del SFC. Teniamos delante a un rival » temido» por su orgullo, malahabladuria, creido y, por tanto nada humilde, pero amigo, anoche tuvo que aguantar el juego del SFC y sin que los arbritos nos regalaran nada ( de eso ellos saben mucho), asi que noche gloriosa, por nuestro equipo y sobretodo por a quien ganamos. Un abrazo