Sólo había una copa encima de la mesa, la miraba con desgana y a la vez con con ganas de más. La noche caía y estaba sola en aquella terraza.
Observaba cómo reuniones de amigos charlaban, bromeaban y fumaban alrededor de una cachimba pagada a pachas.
Seguía sola, en una mesa apartada del mundanal ruido. En ese momento sólo ansiaba escucharse a si misma, necesitaba dejar de lado pensamientos que no eran oportunos en ese instante. Sola, consigo misma, con sus pensamientos, con sus devaneos constantes donde el raciocinio ya no tenía cabida.
Un gin tonic y un cigarro prestado era todo lo que tenía, no quería ni necesitaba más compañía. Móvil silenciado y pensamientos que lo mismo iban y venían sin descanso alguno. Jamás se sintió más sola, nunca hubiera imaginado verse frente a una copa sin tener a nadie al lado con quien despotricar agusto y dormir como un angelito.
Aquella noche, aquellas voces lejanas ininteligibles, qué más daba… Ella quería, necesitaba estar sola y poner en orden el cúmulo de sentimientos y desengaños que se amontonaban sin orden ni concierto en la maraña de su cabeza.
No quería a nadie cerca, y a la vez lo necesitaba tanto… Se hacía la fuerte y en su interior su mundo continuaba esa caída en picado hacia lo más profundo de su ser.
Respiró hondo, pausado, aspirando el olor a jazmín y dama de noche de la casa colindante a aquel bar de pijos venidos a menos… Pasaban las horas, y ella quería parar el tiempo, quedarse para siempre en ese inciso, en ese step que la vida le ofrecía sin pedir nada a cambio. Una oportunidad de oro para colocar cada cosa en su lugar.
Hasta que las persianas y las luces se fueron apagando y se quedó sola en su soledad, en sus pensamientos que nadie entendería más que ella. Se levantó arrastrando su silla, haciendo mas ruido del que hubiera querido, pero qué más daba… Ella lo daba todo por perdido. No tenía ni ganas ni intención de explicar más de la necesario. Ella, aquella noche, volvió a casa con un tatuaje más y un peso menos, y aquello le valió las ganas y las fuerzas para seguir adelante.Hoy cuando se mira al espejo y ve reflejada aquella mujer se enorgullece de haberlo sido y seguir siendo lo que siempre quiso ser.
Deja una respuesta