Pensando en este escrito me llega a la mente la canción “Quién manera mi barca”, mientras camino por el lado oscuro de una calle poco alumbrada, al calor de una noche que empieza a despedir al fin de semana.
Pensando en este escrito mientras contemplo mi sombra proyectada sobre la pared de mi izquierda, siempre a la izquierda, recuerdo el motivo que me ha llevado a reunir estas palabras. ¿No os ha pasado nunca nunca qué estáis haciendo cualquier cosa o incluso sin hacer nada y se nos tuerce el carácter y entrar en cólera? He de reconocer que me pasa.
El problema de esta reflexión, o del estado de ánimo que os describo no es el hecho en sí, si no que ya todo es un conflicto, un problema y lo torcido de no ser se vuelve más y más retorcido…
Ustedes se preguntaréis pues lo mismo que yo, ¿por qué?¿qué te/me ha pasado? Y ahí viene la sorpresa: NADA.
Explicaciones no tengo, pruebas menos aún pero sólo cabe pensar en el efecto de unas fuerzas negativas que inundan nuestro sentir allá cuando nada pasa y todo lo vuelve n de un gris oscuro que bien podría protagonizar los entresijos de una cueva bien recóndita en un bosque muy frondoso a altas horas de la madrugada.
Cómo explicación no tengo y ganas tampoco, lo mejor es resolver el entuerto de una manera práctica: buenas noches y hasta mañana.
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