Siento como se me escapa la vida en cada suspiro, en cada hálito, en cada pensamiento inesperado e incluso en los esperados.
El día a día de mi cerebro va a otro ritmo que el de mi cuerpo, que incluso el propio tiempo; vivir por delante del reloj haciendo que los pensamientos se adelanten a los posibles hechos me consume.
Siento como ella me atrapa, se apodera de mis sueños y mis pesadillas; simbionte que me acecha constantemente haciéndome suyo, no permitiéndome llenar mis pulmones de aire puro sin céntimos, sin prisas, sin pagos, sin tarjetas, sin letras… un sinvivir.

Borré anteriormente un par de párrafos pero inexorablemente recupero el concepto porque el ruido me mata, el fuego ya prendió en mí y lo mantengo latente,en letargo, para que no le afecte y como consecuencia, le afecte a mi ser más de lo que considero establecido.
Mi sonrisa no es la misma, la agresividad y el hastío se dan la mano; se las frota la ansiedad al contemplar como centímetro a centímetro de mí empieza a pertenecerle sin remedio…
Nuevamente te nombro; eres peor que Venom porque el gusano está vivo y solo necesita un cuerpo que habitar para destruir viviéndolo y tú, tú habitas en el mío y lo estás destruyendo poco a poco, segundo a segundo… con el riesgo de caer conmigo, de descender por el ojo Del Pozo infinito a velocidad de vértigo desgarrándose a la par mi carne y tu insistencia despedazada.
Deja una respuesta