Hoy no tengo nada nuevo que traerte, nada nuevo que escribirte porque nada nuevo ha ocurrido.
Hoy relleno este cuaderno con palabras sin destino, confiando en que todo está escrito.
No busco nada, la pretensión se perdió en un océano de corales encrespados donde me quedé atrapado sin remedio ni solución.

No ahogo pena alguna, no hay dolor que sanar, solo delante tuya, escribiendo sin cesar y casi sin pensar, dándole una forma más o menos oportuna para que pueda a alguien gustar.
Hoy parece que todo fluye, alguna que otra rima caerá, que se alineen los planetas, que este martes acaba de empezar y entre lluvia, coche, horarios imposibles y un sin fin de cosas más, parece que día va a estar completito, una semana más.
Nada nuevo que traerte, un quince de marzo y ya está, un nuevo martes que comienza y rezando por el qué traerá.
Dicen que el destino existe, que todo está escrito y yo me he dejado llevar, columpiándome por cada trazo, por cada palabra, por cada frase casi sin pensar y lo que era una hoja en blanco, hoy es un artículo a punto de acabar.
Martes, un martes más, hagamos de este día algo bonito por recordar.
Se empieza a acabar porque para eso ha llegado a la mitad, os prometo que no me planteaba un escrito así de mixto, donde la rima brota a cada par, sin ningún pretensión, sin nada que contar, solo ponerme delante tuya atrapando cada frase, darle una forma sencilla y elegante para este post pode acabar.
Feliz martes.
Deja una respuesta