GRAND THEFT AUTO Sevilla City

Viernes, porque hoy lo es, pero lo podríamos aplicar, de lunes a hoy, a cualquier día de la semana.
Treinta grados a primera hora de la mañana, te montas en tu coche, agarras el mando y comienza la aventura.
No esperen un artículo sobre matar policías, putas y tiroteos aunque con estar 10-15 minutos fuera de casa, ya te entran ganas de dar rienda suelta al videojuego y cargarte a más de uno o a dos, como al de la furgoneta que se para en medio de dos carriles para girar a la izquierda, al viejete que va a 20 km/h pensando que va incumpliendo el límite de velocidad con su gorrilla campera, al ciclista que va entorpeciendo el tráfico sin respetar su carril bici, el del patinete, la escasa visibilidad entre camiones, obras infinitas e imposibles de esquivar que deseas arrasar con tu coche saltando entre socavones, vallas, sacos, montañas de arena…, policías tratando de ayudar y empeoran la situación,… ¿sigo?

Hora y media más tarde, cuando ya la radio te agota, el no poder meter la segunda te entumece las piernas y el aire acondicionado te recuerda que le debes una carga, llegas a la zona de trabajo y ponte a buscar aparcamiento… otro show y las venas en el cuello empiezan a marcarse.
Con suerte, en unos muchos minutos aparcas dónde y cómo puedes, no sin antes aguantar la presencia de varios gorrillas que desean no cuidar tu coche “abandonado” en la calle a cambio de un exigido euro que nunca verán y que con suerte te ocasionará un encontronazo con alguno de ellos que tras varios improperios al ver que no reciben un céntimo, se creen en el derecho de exigirte por algo ilegal que además no hacen. Qué carrera más graciosa se ha pegado el de esta mañana para nada…
Y ahora viene cuando realmente te juegas la vida; mujeres a su ritmo, paseándose mientras mandan audios a otras amigas, que a su vez, están tres calles más “pallá”, entorpeciendo el deambular por otras sus aceras… te bajas de ellas, tratando de solventar cuál funambulista el problema de esquivar coches aparcados en línea, en cadena, coches en doble fila, la furgoneta que se vuelve a detener para girar y los propios coches que van tratando de aparcar. ¿Les suena?
Cuando consigues llegar al semáforo, ni una bendita sombra porque el Consistorio decidió en su día que con casi 35º ya, unos árboles no aportan nada… y encima te toca el semáforo más largo del mundo. Todo en orden menos tus venas que siguen su proceso de protrusión.
Consigues no desfallecer y sobrevivir en la acera A y enfrente, acera B, otro mundo…
Acera destrozada, alcorque lleno de “cosas”, carril bici y parada de autobús todo en uno. Poner pie en el adoquín que separa el camino verde que no lleva a Oz es como poner el pie en la cuerda, sin red, a 5-6 metros de altura. Rezar, cerrar los ojos y “palante”…
Sin más dilación, esquivas un carrito, tres chavales que no vienen corriendo porque hacen running, y con el primer pie en suelo “liso” y verde, un patinete lanzado, que por supuesto no respeta por desconocimiento esas rayitas blancas paralelas que le dan algo de prioridad a los pobres peatones atrevidos que osan salir a trabajar, te roza la cartera y casi la camisa y cuando le dices “illooooo”, te mira desafiante y si le dices algo, entonces es cuando tienes que echar mano de los códigos secretos, coger el bazooka y que explote sin piedad y sin miramiento alguno, por lo que decides no perder el tiempo introduciendo letras y números en el teclado y procuras respirar hondo, y tratar de seguir esquivando obstáculos, como sillas y mesas de bares, más aceras con mil desniveles y…
Cuando piensas que ya todo pasó, llegas al portal, llamas a la casa de tu cliente que te espera hace una hora y media y descubres que el ascensor está averiado porque la
Empresa de mantenimiento ha preferido atender otra urgencia antes que la de dicho bloque y solo te toca subir a pie hasta un séptimo…
¿Armas? ¿Bates de béisbol? ¿Robar y asesinar? Pocas cosas pasan en Sevilla City…
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