Cambiar dinámicas sin revolución queda demostrado que no es tarea fácil ni siquiera con un cambio tan drástico como pasar de Lopetegui a Sampaoli.
Cambiar mentalidades, estilos de juego se está demostrando que no es tarea apta para cualquiera y poco a poco, sufrimiento a sufrimiento, entrenamiento a entrenamiento, frustración a frustración parece que va sumando soldados para la conquista. Unos se suman por recuperación de forma física, otros llegan y se quedan en el once como Badé, otros se suman a partir de la confianza, otros a través del esfuerzo,… y así, punto a punto se ha conseguido salir de esa zona dura donde todo es un pozo negro.
Saltamos al terreno de juego con:
Bono-Jesús Navas, Badé, Rekik, Acuña – Fernando, Rakitic, Óliver Torres, Suso, Ocampos – En-Nesyri.
La Copa del Rey nos obligaba a hacer algún cambio dentro de los que nos permite el banquillo y Gudelj, por ejemplo, posiblemente el mejor jugador del Sevilla desde que comenzó la temporada, esperaba en el banco.
Al Elche todo se le vuelven pulgas cual perro flaco…
Primer gol, golazo… minuto 29, centro lateral perfecto de Marcos Acuña y En Nesiry demuestra con un gran salto que tiene destellos de buen delantero y 1-0.
El Huevo Acuña ha cuajado uno de esos partidos con el que nos enamoraba temporadas atrás y en el 43’ desde la línea del área grande empala un rechace de la defensa tras jugada de Oliver Torres y anota el segundo.
Sampaoli está logrando una hazaña, sin llegar a echarnos las manos a la cabeza y sin tirar de virtuosismo ni nada parecido -no podemos echar las campanas al vuelo-, pero hasta Suso hoy ha dado otra imagen…
En el descuento de la primera parte, En Nesiry anota su segundo gol tras un pase sutil de Suso que el marroquí acierta a anotar. Doblete que casi podría catalogarse de histórico dada la racha, tanto del equipo como del propio delantero marroquí.
La nota negativa la pone Jesus Navas que se tenia que marchar con problemas musculares con el 1-0 ya en el marcador. Esperemos que no esté fuera demasiado tiempo justo ahora que había recuperado una versión de ese Navas incansable, constante y que desbordada a en banda.
Euforia, aunque comedida, pero euforia en sí ante la falta de alegrías en la temporada que llevamos.
Victoria vital para respirar a todo pulmón ante la visita al Camp Nou donde ya sabemos lo complicado que será puntuar.
A 4 puntos del descenso y a 7 de los puestos europeos. Tal vez siga siendo el momento de los refuerzos para confirmar esta mejoría e ir ascendiendo puestos para terminar de la forma más digna posible esta temporada aciaga en casi todos los aspectos.
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