Desde que en mayo de 2021, Roman Abramovich rematara la venta de su Chelsea por una cifra que se aproxima a los 5.000 millones de euros, el Chelsea de su nuevo propietario, el empresario estadounidense Todd Boehly, no es el equipo que recordamos de los últimos 20 años.
Abramovich compró el Chelsea en 2003 por unos 164 millones de euros, una inversión que vio sus frutos en lo que ha sido la era más exitosa del equipo inglés, con cinco títulos de la Premier League, dos Ligas de Campeones y dos Football Association Cup.
Bohely comparte el control conjunto y la gobernanza equitativa del Club londinense con el fondo de inversión californiano Clearlake Capital.
“Nos sentimos honrados de convertirnos en los nuevos custodios del Chelsea Football Club”, comentaba su nuevo dueño.
“Estamos todos dentro, al 100%, cada minuto de cada partido. Nuestra visión como propietarios es clara: queremos enorgullecer a los aficionados. Junto con nuestro compromiso de desarrollar el equipo juvenil y adquirir el mejor talento, nuestro plan de acción es invertir en el club a largo plazo y aprovechar la notable historia de éxito del Chelsea”.
«El futuro a largo plazo del Chelsea está seguro ahora y se han establecido medidas preventivas para garantizar que las personas sancionadas no puedan beneficiarse financieramente de la venta«, afirmaban desde el Gobierno de Boris Johnson.
En su primer mercado de verano, el nuevo dueño norteamericano trajo -decimos trajo porque en parte ejerce como manager- a jugadores como Wesley Fofana, Sterling Kalidou Koulibaly, Marc Cucurella, estos tres últimos pagando una gran cantidad de millones de euros tanto a Nápoles comoa Brighton o Pierre-Emerick Aubameyang procedente del FC Barcelona A esto añadimos que no fue capaz de mantener a piezas clave como Antonio Rüdiger, principalmente, al Real Madrid y Andreas Christensen que cogía el camino inverso a Aubameyang. En total, la inversión asciende con estos fichares a casi 360 millones de euros.
A todo esto, como el equipo no funciona ni con el entrenador alemán Tuchel, ni con Graham Potter al que trajo a golpe de talonario, ha conseguido en esta ventana invernal la cesión de Joao Felix por el que va a pagar 11 millones de euros más la ficha del luso y acaba de anunciar el fichaje del ucraniano Mukhaylo Mudryk procedente del Shaktar Donetsk por 100 millones de euros en un fichaje express para quedárselo a sus vecinos del Arsenal que tenían muy avanzado el traspaso del que tres dicen es el nuevo Luka Modric.
A sus 22 años el ucraniano ha destacado en el Shaktar en Champions partiendo de banda izquierda, pudiendo jugar también más centrado.
Otro de los grandes movimientos del Chelsea ha sido la del muy prometedor central zurdo francés Benoït Badiashile procedente del Mónaco por 37 millones de euros.
El centro del campo lo ha reforzado con Denis Zakaria, gran mediocentro defensivo que en el Borussia Mönchengladbach era decisivo en dicha posición y ocupando en ocasiones el puesto de central que fue traspasado la temporada pasada a la Juventus de Turín y que en Italia no ha terminado de encajar.
Por contra, tanto en medio francés Ngolo Kante como el italobrasileño Jorginho abandonará la disciplina del equipo Blue a final de temporada al finalizar su contrato.
Ya se rumorea que Todd Boehly está tratando de cerrar el fichaje de la sensación argentina en el Mundial de Qatar, Enzo Fernández, por el que Benfica pide la superlativa cantidad de 134 millones de euros para permitir que salga del equipo sensación de la liga lusa.
Un gran problema cuando el dinero no da la felicidad y el Chelsea sigue ocupando la décima plaza en la Premier y sin visos de mejora.
La anécdota final la protagoniza Joao Felix que en su debut, a los pocos minutos, vio la roja por una entrada agresiva a la altura de la rodilla de su rival y fue expulsado.
Los rumores apuntan a que el nuevo propietario está dispuesto a hacer una gran revolución y pone en el mercado a jugadores como el senegalés Koulibaly, el español Azpilicueta, el alemán Havertz como ya hizo con su compatriota Timo Werner a primeros de temporada, al marroquí Ziyech, Edouard Mendy y a su compatriota Christian Pulisic.
En las ultimas horas también se han escuchado rumores de despido del técnico Graham Potter así que… ¡hagan juego!
En la tarde de ayer, Potter dispuso un 4-2-3-1 con el español Kepa en portería, Chalobah, Thiago Silva, Badiashile y Hall, con Gallagher y Jorginho en el doble pivote, con Ziyech, el joven Chukwuemeka y el canterano Mount en línea de mediapuntas y el alemán Havertz haciendo las veces de ‘9’, anitando el gol de la victoria ante el Crystal Palace manteniendo esa décima posición, a 5 puntos del Tottenham que se encuentra en puestos Europe League y a 10 del Manchester United que ocupa la cuarta plaza con un partido menos.
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