«Recogieron mi caña de azúcar con esmero, me elaboraron con todo mimo. Pertenezco a una gama de ron de calidad, pero he acabado tirado en la calle, vaciado sin saborearme en una copa, bebido directamente de la botella. ¡Qué bajo he caído rodeado de colillas de cigarrillos en la calle! «
Arancha Naranjo
I
Pequeños, pero matones. No sabían lo que hacían, incapaces de tomar buenas decisiones.
II
Desechos de la humanidad y humanidad desecha.
III
Juventud alocada y deshinibida que en el fondo de la botella asentaron sus vidas.
Vejez perdida que al beber parece recordar, mas realmente se dedica a, lo que nunca sucedió, imaginar.
Rocío C Gómez
Pero ¿dónde he puesto el tapón? Nada no doy con él. Si estaba aquí, aquí mismo. No es que esté mareado, pero no veo yo como de costumbre. Y ahora este hipo malaje viene ahora también a incordiar. No puedo con todo. La botella abierta, mirándolo bien, está de lujo. Invita a una más, la última, bueno pongamos la penúltima…
Patricia Delgado
I
No necesitábamos más que un buen trago, el humo de un pitillo y nuestras melenas al viento. La compañía hacía el resto.
II
Un banco, un escalón, una plaza, un vaso de plástico, unos hielos en su bolsa y en el suelo.
La compañía hacía el resto.
III
Sonrisas de extrema felicidad entre problemas de verdad.
Todo presto y dispuesto sin ningún pretexto.
De verdad, de verdad de la buena.
La compañía hacía el resto
Juanma García
I
Una calá a un cigarro compartido, un trago de ron, diciéndole por un día un triste adiós, a ese socorrido y placentero cartón de vino.
II
“Ron, ron , ron, otra botella de ron”, se escuchaba entre alaridos de borrachos solitarios, barbas grasientas, dientes amarillos y la sonrisa siempre puesta.
Éramos felices y no lo sabíamos.
El Mendigo
Se encontraba en un momento en el que solo quería olvidar lo mucho que lo había amado. ¿Cuántas veces le faltó el aire después de una confrontación? Ahora su habitación estaba vacía de promesas y llena de tristeza. Nunca debió dejarlo entra, ni a él ni a su maldita botella.
Katy Núñez
La compañía no era muy buena, pero es mejor que beber solo, sentado debajo de aquel poste deje las penas de mi alma, las colillas por doquier solo me recuerdan los amores que he perdido, adiós caricias, adiós sueños, adiós vida soñada.
La compañia no es muy buena, pero la soledad me agobia, debajo de este poste canto mientras bebo de la botella tratando de ahogar mis penas.
Manuela Sánchez
Parque, litrona y humo…
Con orgullo presumo.
Ángel Salgado I
Pendientes de ti, la gente,
y tú tranquilo, en tu ambiente.
Miran, aburridos, tú indiferente,
disfrutando de un día corriente.
Estigmas aceptados socialmente,
mientras la mierda rebosa constantemente.
Ángel Salgado II
El día, el coche, el lugar, la canción que intentamos cantar, la botella, el beso, el canuto, el polvo contra el árbol, la última botella, el vómito y la multa. Todo fue mínimo en aquel micro botellón.
Ángel Barrios.
Hay dos cosas que no entiendo…
¿Quién ha pensado que un árbol iba a ser feliz con un muro a un centímetro y con sus raíces cubiertas de cemento?.
¿Y qué tipo de infelicidad hay que tener para beberse, sólo, una botella de ron en la calle?
Sinceramente, no lo entiendo.
La Renacida
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