Y se suspendió el paseito de este Rey Santo que bien tendría su haber sustituido sus habituales y esplendorosas chorreras por unas menos barrocas de neopreno y su superlativa corona por una escafandra dada la situación celestial que nos ocupa.
Corpus Christi íntimo, para los más, íntimos, para los que aman la intimidad de lo público privado. Todo sea por esta bendita cuantía de fracciones acuosas caídas de las techumbres celestiales que tapan herméticamente la ciudad en un gris penumbra que poco o nada hacen parecer a la fecha actual con uno de siA jueves donde el Astro Rey brilla especialmente.
Y este Rey Santo se vuelve conformista, y a pesar de estar con sus mejores galas,en lo alto de mi trono, lobera al cielo, este agua es de bien para la cohorte y así debemos entenderlo. La Sagrada Forma, la Sagrada Eucaristía hoy cobra sentido acuoso para que pernee en nuestros interiores y llegue a donde guardarla como oro y diamantes. Como el mejor presente posible.
Hoy Sevilla no tendrá en las callejuelas centrales a la Custodia de Juan de Arfe, joya entre joyas, pero el rezo es inevitable e ineludible.
Jueves de Cuerpo de Cristo, de Corpus Christi que versan que lo que se manuscribe en latín permanece impertérrito y eterno.
Que así sea.
Deja una respuesta