
I
Cansada de la espera, cuando ya se había terminado el cartucho de pipas y no quedaba más pan, decidió volar de aquella baranda. Le quedaba todo el cielo para sentirse libre.
II
Sin grandes pretensiones en la vida y con total libertad volaba. Tranquila, se apostó en un balcón y después, desde la baranda se mofaba de la travesura que en la cabeza del chico perpetró.
III
Paloma y ‘la Hierbas’ siguen hablando. ¡Notición para Radiopatio!
Rocío C Gómez
De aspecto desgarbado e indumentaria estrafalaria Alberto criaba palomas mensajeras en la azotea.
Tímido y sensitivo escribía poemas que enviaba en las patas de sus tórtolas a destinatarios desconocidos. Un día llegó respuesta del otro extremo de la calle.
Cincuenta portales, el camino de las aves en busca de grano.
Arancha Naranjo
I
No tengo mensaje que darte,
ni paloma que enviarte.
Recuerda mis últimos consejos
Guardados como trofeos
Y si tienes algo que llevarte.
II
Apareciste en el encuadre de la foto cuando menos lo esperaba, de una aparición se trataba. Del espirito santo me acordé, también de Pablo Ruiz Picasso y ahí lo dejé…
III
Unos arbejones fue el reclamo
Algo tan simple, tan humano
Y terminaste comiendo de mi mano
IV
Recuerdos que vuelven, infancia tardía, la felicidad es una sonrisa infinita en el parque de María Luisa rodeado de palomas.
V
Y dijo el poeta: “Cuidado con Paloma que me han dicho que es de goma…” y una bolita le subía y le bajaba…
Juanma García
Llegaste sin mensaje en tu pata aunque tu sola presencia ya fue un mensaje de paz.
El Mendigo
Dime que eres tú, que has venido a por mí y que llevas toda la vida buscándome…
Eso te diría yo a ti.
Ángel Salgado I
En equilibrio sobre el acero,
separado entre el asfalto oculto
y un hermoso jardín callejero,
divisa el estresante tumulto.
Permanece fija y atenta
mirando sin disimular
hasta que alguien le ahuyenta
y a hacia otro lado a volar.
(Metáfora del síndrome de Procusto)
Ángel Salgado II
Símbolo de paz y espiritualidad, de ideales que hablan de amor y lealtad.
Encima de tu coche les gusta cagar y entonces, las quieres matar.
Ángel Salgado III
¡¡Mira, una rata voladora!!
Ángel Salgado IV
En uno de tantos parajes del Parque de María Luisa, en un banquito, están sentados. El abuelo echa alrededor el paquetito de comida para las palomas, todas acuden a su encuentro. Mientras la abuela contempla tan linda estampa, derrochando felicidad por doquier. Parece que lo estoy viendo…
Patricia Delgado
¿Se equivocó la paloma?
En los versos de Rafael
O en las pinturas de Manuel.
¿Se equivocaba?
En el Arca de Noé.
O a la puerta de la iglesia…
¿Se equivocaba?
Cómo alma
Y cómo calma….
¿Se equivocó la paloma?
¿Se equivocaba?
La Renacida
Deja una respuesta