Subió la mirada al cielo y ya venía de regreso, corrió y corrió por doquier tratando de esquivar el dardo, ¡Cuidado con la cabeza! Gritó alguien desde la barda de al lado, el objetivo estaba hacia el norte, sobre el suelo del jardín. El dardo puntiagudo silbaba mientras se abría paso por el aire, dando en el blanco, pero no era la diana.
Manuela Sánchez
La atracción era el tiro con arco. Si acertabas te regalaban un loro vivo colocado en la parte superior. Mientras Luis tensaba el enorme arco, la flecha se desviaba del objetivo y enfilaba la línea de los regalos. Le llegó una voz lejana “se trata de conseguir el loro vivo”.
Calila
I
¿El objetivo? Conquistar el mundo. ¿Primera parada? Su sonrisa. Tan solo un beso en aquella diana dio al traste con sus planes.
II
El objetivo en el centro de la diana, en su mente aquella melodía de jazz. Apuntó y, al soltar la cuerda, un disparó resonó, pero no había flecha en el arco.
III
La vida es como jugar a los dardos: nuestra mirada enfocada en el centro y nuestra habilidad posiblemente desorientada.
Rocío C Gómez
Hacer diana querría en tus ojos,
para que vieras cómo te miro
y si no pudieras mantenerlos fijos
en mí, yo, moriría de gozo.
Ángel Salgado I
Tu mirada es como hacer un pleno.
Ángel Salgado II
Salir, beber… y acabar jugando a los dardos. ¿Cuándo?
Ángel Salgado III
Las de velcro para no hacerte daño, las de punta de plástico para no agujerear la pared y la de metal para los profesionales.
Ángel Salgado IV
«Caminando por la calle, yo te vi…y al final yo me enamoré de ti.»
Lo feliz que es uno con cualquier cosa.
Ángel Salgado V
I
Flecha que se lanza firme y recta, como el astro que al fin roza el horizonte, así el alma encuentra su plenitud en el logro: dar en el centro de la diana.
II
Arduo sendero que al consumarse, destila todo su ser en el dulce sabor de la meta alcanzada.
Preci(mi)sión cumplida.
III
Destino preciso, precioso camino
Inequívoco anhelo el disfrutar del sendero
Alcanzando su objetivo, se hizo el silencio
Noble y eterna la batalla del guerrero
Acierto en la diana, dardo envenenado en vuelo.
Anita
Quizá el objetivo sea llegar al viernes con ganas, aunque finjas estar a tope con fuerzas para derrochar energía a doquier. La semana deja resquicios de un cansancio que aflora si o si. N saldrá a relucir, tan solo cuando coja la cama y le cuente mis secretos…
Patricia Delgado
I
Por dar en la diana me despreciaron. Hoy, aún siguen buscando francotiradores con precisión.
II
Cumplir objetivos, con nota alta, está sobrevalorado en la sociedad actual.
III
Sin trampa ni cartón, mis dardos siempre envenenados.
Microrrelato sin verbo.
Juanma García
I
En un mundo que aplaude la prisa y la apariencia, la precisión yace ignorada, como arte olvidado.
II
Ser certero es una virtud sin aplauso, un don que pasa inadvertido entre alabanzas vacías.
III
El temple de quien afina su puntería es despreciado por una sociedad ciega al verdadero valor.
Nemesio Laverde
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