Duro titular tal vez, no lo crean… meditado, consensuado, meditado otra vez, discutido, meditado cien veces más, pensado, peleado, desmenuzado, pormenorizado y meditado un millón de veces más… y al final, sigo sin tener ni idea.
¿Y por qué? Porque sólo Tú lo sabes.
¿Yo? Yo solo soy un tío ambicioso que aunque jamás daría un codazo por nada, o por arrogancia sabedor de ser el mejor, solo sé que no sé nada salvo que lo disfruto, que me hace muy feliz, aquí, allí y en ninguno de los dos sitios porque uno pone el corazón donde los sentimientos le dice y luego está la cabeza para procesarlos, digerirlos, abalizarlos y dar el todo por el todo si es necesario.

Solo les pido que no traten de entenderlo, no podrán, son demasiados y demasiadas cosas como para que os detengáis a comprender mucho menos a asumir cada una y cada uno de ellos. Además da igual. Os da igual. Son mis cosas, las más importantes de todo aquello que tiene ninguna importancia en la vida pero que como me dijo un viejo amigo “son esas cosas que nos llenan el alma”.
No tengo ni idea, pero ni ayer, ni hoy y seguro que ni mañana y lo peor es saber que lo sabes y no lo sabes. Curioso, ¿verdad?
No pido nada, solo que me dejéis con mis decisiones y mis indecisiones que para eso son mías y a nadie le pido opinión aunque esta caja negra recibe imputs de todos, aunque la salida solo tiene un camino. El que Él quiera…