
1.adj: Perteneciente o relativo al fuego o a la llama de la hoguera.
2.Braserillo y hornillo en que se pone lumbre.
Miraba en silencio el foguero, las llamas danzaban alegremente e imágenes comenzaron a aparecer en su interior. Entró en un trance, paso a paso se acercó a la fogata, hasta que las llamas lo consumieron.
Manuela Sánchez
Vestía de una manera estrafalaria y su lenguaje estaba en desuso, hablaba de un foguero debajo de la mesa para calentarse. Vivía en una casa sin luz ni agua en el monte y venía al pueblo a vender truchas y liebres. Eran tiempos de hambre y miseria, contaba la abuela.
Calila
Siéntate, aquí, conmigo. Deja que mi alma se caliente con la tuya, y así, la realidad parecerá más bonita.
Ángel Salgado I
– ¿Tienes fuego?…
– No fumo, pero ardo por dentro.
Ángel Salgado II
Una fogata en mitad del desierto,
como telón de fondo las estrellas.
Aguantando la noche despierto,
pendiente por si te desvelas.
Ángel Salgado III
Caía la tarde y el frío arreciaba. Disfruté de mi pequeño paraíso, rodeada de naturaleza, esa que te envuelve sin más. Llegó la hora de prender la candela, cual foguero y perderte en el movimiento de las llamas, hipnotizándote…
Patricia Delgado
I
En la forja ardía el metal, maleado por manos firmes de una mujer que transformaba fuego en arte. Cada golpe del martillo era un acto de resistencia, un himno de creación. El calor no la intimidaba; era su aliada a la hora de dar forma a lo imposible.
II
En su alma ardía un fuego indómito, forjado por sueños y luchas. Cada paso que daba era chispa y llama, encendiendo el mundo con su fuerza.
III
No temía al calor, pues de él nacían sus creaciones: pasión hecha luz, vida moldeada por su voluntad incandescente.
Anita
I
Fuego como solución al frío y a tu dolor.
II
Más fuego para que sigamos ardiendo en llamas tú y yo
III
Al calor del foguero nuestras almas se unieron
Al calor del foguero nos dijimos te quiero.
Al calor del foguero tus manos y las mías
Al calor del foguero un poema, una canción de amor… sin autoría.
Juanma García