Definitivamente no son buenos. Todo va bien, hasta que aparecen. Se crea una nube de incertidumbre que no te deja apreciar con exactitud la realidad. Entonces todo se distorsiona y los malditos nervios ganan la partida. Tomé a la calma como mejor aliada y funciona…
Patricia Delgado
Sus nervios estaban destrozados. No podía dormir debido a la música ensordecedora del vecino de abajo. Hasta la cama retumbaba. No lo conocía. Bajó y no le abrió la puerta. A las dos de la madrugada llamó a la policía. Después supo que su vecino había muerto de sobredosis.
Calila
El médico explicó cómo los nervios del sistema nervioso transmitían señales eléctricas, orquestando cada movimiento del cuerpo. Mientras hablaba, sentí un leve hormigueo en los dedos. Mientras él, acostado en la cama no podía moverse. Necesitaba la conexión perfecta entre mente y cuerpo, pronto vi un movimiento en su dedo índice, un recordatorio de que, a pesar de las dudas, cada impulso vital seguía fluyendo.
Manuela Sánchez
I
El sudor frío le corría por la frente mientras apretaba la empuñadura de su espada. El silencio del bosque pesaba como una sentencia firme. Sabía que el enemigo estaba cerca, podía sentirlo. Cada crujido bajo sus pies era un eco de sus propios nervios, tensos como su propio arco, listo para ser utilizado.
II
El tamborileo de su corazón ahogaba el sonido del viento. La antorcha temblaba en su mano, proyectando sombras inquietas en las paredes de la cueva. Sabía que algo acechaba más allá de la oscuridad, pero no podía detenerse. No quería detenerse. Los nervios eran una tormenta interna, a punto de desatarse y no cabía esperar a la calma posterior.
Anita
I
Muchos, más que terminaciones…
II
Sinónimos de acontecimientos, directamente proporcionales a ellos.
III
Hay que saber controlarlos pero a la vez darles rienda suelta para que la vida tenga ese puntito de emoción que necesitas.
Juanma García
Cuando la sociedad pierde los papeles, el caos no surge del desorden, sino de la ausencia de propósito. Las normas establecidas que antes la sostenían se desvanecen en la indiferencia, y la excusa siempre son los nervios.
Nemesio Laverde
i
Reinar sin ellos cabe en el saco de la imposibilidad aun así, trazar designios fríos y serenos tras reconquistar, no es algo simple de fagocitar.
ii
¿Quién no los siente al posicionarse a los pies de La Giralda?
iii
Los días previos y sus correspondientes nervios. Bendito paseito en mañana de jueves. Corpus Christi.
Rey San Fernando
Cuando veo tu mirada clavada en mí.
Ángel Salgado I
Se acelera el corazón, comienzan los sudores y la boca se seca… Han llegado y, pese a que son siempre vilipendiados, hacen que el momento sea más mágico.
Ángel Salgado II