Una lágrima, algo tan humano como eso…
Símbolo de la tristeza comedida, símbolo de lo vivo, de lo sentimental, algo tan simple como un líquido que se encarga de purificar.
Una lágrima, casi toda ella agua, con algo de azúcar y sal, como nosotros, simplemente la definición de ser vivo… Qué sería de la vida sin esos toques de sal que le dan “vidilla” a nuestras calendas y esas pizcas de azúcar para endulzar los sinsabores…
Platón dijo un día que cada lágrima enseña a los mortales una verdad. Y qué razón tenía… están presentes en los malos momentos para recordarnos que la vida tiene un principio y un final, que el final no está definido temporalmente y que antes de llegar a él, habrá otras sensaciones negativas de las aprender verdades. Pero están en las positivas; quién no ha visto una o varias lágrimas en los ojos de otro mientras su vista se tambalea por el mismo efecto. Esas son lágrimas tan maestras como las otras, sólo que cada una esconde su verdad.
Una lágrima, algo tan humano como eso…
Es curioso que la trayectoria de una lágrima se divida en dos, una, el secretio, etapa en la que se muestran los sentimientos al exterior y la otra e igual de importante, aquella en la que no queremos lanzar nada al entorno, y que a través de nuestra red de tuberías nos las tragamos para evitar que nos vean. Quién no se ha tragado alguna vez una verdad en forma de lágrima…
San Agustín best online casino games se atrevió a decir que las lágrimas eran la sangre del alma y yo ahora sin querer jugar a profeta, ni místico lanzo una pregunta al aire: ¿Realmente tenemos alma? Y si es cierto lo que dicen, ¿está tan viva como para llorar?¿Puede nuestra alma guiar los designios de una humilde laguna con un poco de sal y una pizca de azúcar?
Una lágrima, algo tan humano como eso…
Una lágrima, gota misteriosa, indicio de dolor y de alegría al mismo tiempo. Algo tan simple que se puede convertir en dadora de vida. Ese donante de alma, de espíritu. Imaginaos por un momento que fuera real, y que una lágrima, no cualquier lágrima, si no ésa, fuese la encargada de reconducir el destino de alguien. Una lágrima que se convierte en la ruleta rusa de los sentimientos. Imaginaos, que poseéis esa lágrima, la lágrima y que tenéis dos seres queridos a los que salvarle la vida. ¿a quién le daríais la lágrima si a ambos los queréis por igual, sabiendo que derramaréis miles por la decisión tomada? Y más aún, si vos sos poseedor de tan preciada y singular lágrima, y tuvierais que elegir entre un ser muy muy querido y vuestra propia vida, ¿la haríais vuestra esparciendo cientos de lágrimas viendo como se evapora el alma de dicho ser o por el contrario la entregarías en prueba de amor, destrozando esa verdad que ronda por ahí que dice que el ser humano es egoísta?
Seré muy sincero y os diré que no tengo clara la respuesta…¿y vosotros?
Me encanto este articulo muy bueno felicidades al escritos en serio buenisisimo.
El hombre llora: he ahí su hermoso privilegio… Yo lloro, tu lloras, él llora; !todos lloran!. Éste es el verbo que cada cual sabe -sin necesidad de ninguna Gramática- y debe conjugar, ya que la desgracia es una gran maestra para todos. Las lágrimas, por sí solas, enseñan a arrepentirse de los propios fallos y a sentir los de los demás; a verter un poco del aceite y la miel que tenemos en el corazón sobre las llagas de la Humanidad porque ellas constituyen el noble lenguaje de los ojos, y cuando no encuentran palabras del verdadero amor, los ojos hablan con lágrimas mientras la lengua permanece muda.
!Lágrimas… lágrimas…. lágrimas! que fluyen lentamente y no sabemos que significan al nacer en el corazón desde lo más profundo de alguna desesperación y se recojen en los ojos cuando el otoño de nuestra vida nos invade y pensamos en los días que dejaron de ser; pero… pensemos con alegria que aquellos que sembraron con lágrimas: !con regocijo segarán!…
ke mejor cuando nuestras lagrimas son d felicidad, felicidad d poder estar con la persona amada; x ese nuevo ser ke ha nacido; x ese acontecimiento tan esperado en tu vida, o x el simple hecho d sentirte viva; en fin lagrimas d felicidad llenan tu alma y tu espíritu, y ten x seguro ke esa clase d lagrimas nunka se secaran y son las mas preciadas d todas…
Llevo días devanándome los sesos para escribir un nuevo post. Hoy me he levantado con la idea de contaros, como si de un cuento se tratase el corto que la noche ha creado para mí y donde el Guerrero tenía un pequeño papel. Sabía que el Guerrero escribiría nada más me dejara y llegara a su fábrica de las palabras. Y, aunque me he levantado dispuesta a escribir, lo primero que he hecho es entrar en mí, vuestra Morada para comprobar que así fue. Y me he quedado fascinada…
Fascinada por la facilidad con la que cualquier pequeño detalle te inspira Guerrero. Ya tenía pensado no escribir mi sueño, porque mi anterior post trataba de ellos también, así que te voy a decir algo que aparecía en él que tiene relación con tu post. En mi sueño también habían lágrimas. No eran lágrimas de felicidad, ni lágrimas de una tristeza insoportable…eran lágrimas de indignación. Aquellas que brotan inesperadamente cuando ves con impotencia que no te dejan hablar, cuando estás tan indignada por algo que pides explicaciones que no llegan nunca y sólo te cuentan milongas y no te escuchan.
¿Cuántos tipos de lágrimas hay? ¿Alguien podría darme una enumeración?
¡Muy buen post Guerrero!
Genial post, bellísimo. Leído en voz alta es brutal!!!
Lágrimas que se liberan cuando algo te oprime el alma, ¿alma? claro que tenemos, o si no de dónde vienen los sentimientos que nos hacen dejar escapar esas lágrimas ya sean de alegría o de dolor…
Que de lágrimas me he guardado y como me arrepiento de haberlo hecho… llorar es como reír, incluso diría que es hasta más hermoso, sobre todo si comparte ese momento con la risa…
«si no me viene a ver una sonrisa!
y se me sale dando pedales
sin mi permiso una lagrimilla.»