Queridos amigos, día muy especial y qué mejor momento para volver a escribir tras recibir una bocanada fuerte de aire que nos ha servido para llenar nuestros pulmones de oxígeno enriquecido y como veis, para cambiar de imagen. Cambio de aires con todas las letras.
Día internacional de lucha, de búsqueda de la felicidad como consecuencia directa de vencer al peor de los enemigos y nosotros somos ante todo, buscadores de ese preciado tesoro: la felicidad.
La Morada, hoy, se tiñe de lazos rosas de ánimo, de entrega, de superación, de rezos…de paso previo hacia ese momento de pleno gozo cuando recibimos el alta.
La Morada, ese lugar que comenzó con colores corporativos para El Guerrero y que tras muchos estilos, regresa a sus tonalidades originales para volver a empezar, como titularía Tino.
Asumimos un período de transición buscando aquello que nos hiciera feliz, tiempo que ha pasado después de otro en el que dejamos el placer de escribir para dar paso a la obligación y justo en ese momento perdimos la esencia de todo: ya no nos hacía felices.
Ese reloj de arena al que siempre le faltaban granos y le sobraban excusas, ahora está a punto de rebosar de contenido y de ganas y justo hoy, porque el destino lo ha querido así, que el Mundo lucha contra ese gigante aterrador, nosotros levamos anclas, izamos banderas y abrimos el telón de este teatro de locura.
Bienvenidos nuevamente a esta bendita búsqueda de la sonrisa en la vida, sonrisa que, hoy más que nunca, es de color rosa.
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