Mi Tripulación, esos seres animados -cada uno de su padre y de su madre- que convierte la vida en un viaje sin retorno aunque con muchos destinos intermedios.
Mi Tripulación, equipo de vida donde surgen cambios, donde las marejadas dejan entrever quién nada a tu lado y quién debe caer y permanecer a la deriva de tus latidos.
Mi Tripulación, seres vivos de diferente calaña procedentes de las más angostas catacumbas y de los paraísos menos transitados. Todos ellos y cada uno de los cuales llenan el saco de piedrecitas preciosas que guardas en tu baúl y que será de las pocos tesoros que puedas subir a bordo de la barca de Caronte cuando el Norte marque hacia la otra orilla…
Mi Tripulación, los míos, los elegidos y no por eso mejores aunque sin serlo lo son. Pobre del que se atreva a cuestionarlos en presencia de este Navegante pirata.
Mi tripulación, por los que iré a la guerra y moriré a la vera de los que dieron sus vidas por la mía en asombrosas hazañas.
Mi tripulación, con los que brindo simplemente por la vida. Simplemente por seguir latiendo juntos…

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