Jesús Juan
Cada sevillano cofrade tiene su Semana Santa particular. Ni mejor ni peor, sino distinta.

Como distinta es cada Cuaresma, como distinto es volver a ver a los niños bajar una rampla con su inocencia.

Porque la Semana Santa no es solo ver pasos al son de las cornetas y tambores.

La Semana Santa es la madre que prepara las túnicas, el padre o abuelo sacando la papeleta de sitio.

Porque todo tiene un porqué…
Y ver a esa rosa temprana de verde esperanza cargar con la cruz en modo carrito es lo más bonito que se puede ver cuando Triana llega a Sevilla. Cuando junto a ti y tus hijas van las madres de todo hijo haciendo su humilde y callada Estación de Penitencia.

Así es y así será…
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