• 202 excusas y me parecen pocas
Aún estaba en blanco mi diario. El verano acababa de empezar y se esperaba intenso. La isagoge podría tomar cuerpo con una instantánea. Esa que resumiría el anhelo de un descanso pleno que todo lo reactiva, para seguir en esta loca aventura de vivir…
Patricia Delgado
Necesitaba escribir una introducción para el libro. Estuve leyendo el de los prólogos de Lem para buscar inspiración. Entonces llegó Andrea con su isagoge. La había leído en clase de griego y era perfecta para mi propósito. De nuevo la cultura clásica volvía a mi vida.
Arancha Naranjo
María siempre ha querido probar eso de la actuación.
Entre bambalinas repasa, nerviosa, la isagoge de la obra.
«Ser o no ser, ¡E aquí el dilema!!!»
Dicen su nombre y se adelanta al centro del escenario.
Cierra los ojos, respira profundo y escucha…»,cuando usted quiera»
La suerte está echada.
La Renacida
Me cuesta pronunciarla desde su significado hasta el final…
Ángel Salgado I
Como comienzo de esta historia, allá por 2010… Cosas.
Ángel Salgado II
Amanecer de noche, preámbulo de un gran día…anterior.
Ángel Salgado III
Esperando la llegada de la inspiración,
¡menuda palabra puso el cabrón!
Trata de rimar la palabra isagoge,
de manera tranquila, sin que te acongoje.
El comienzo como terapia obligada,
dando palos de ciego, no pasa nada.
Buscando llegar dignamente a su antónimo,
queriendo firmar, para que no sea anónimo.
Ángel Salgado IV
I
Buenos días, Jorge, esto es solo el isagoge de una bonita amistad.
II
Cada punto final debería ser el comienzo de algo nuevo maravilloso, llámese como se llame.
III
Isa, escribe ya el susodicho “goge”…
Juanma García
El isagoge siempre es la apertura; nada de abrefácil, nada de vino de calidad, solo el preámbulo de una borrachera que ayude a sobrellevar esta ola de calor en la calle.
El Mendigo
¡Sin preámbulo!, pensó Eva cuando encontró su pasado de frente; la entristeció. Sin embargo, su cerebro le dijo que tenía que salir del trance, sin hacer preguntas. Porque se presentaba en forma de mujer, antes, amiga… Hasta que la traicionó. Eso la dejó traumatizada para toda su vida.
Katy Núñez I
El preámbulo, eran sus ojos. Su boca.
Esa mirada… Que, con el más dulce de su silencio; le contaba que se sentía a salvo.
Katy Núñez II
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