…y la música se adentró en Sevilla, la ciudad de los sueños, a sabiendas que podían hacerse realidad. La ciudad fue su musa, por momentos, el encanto fluía y enamoraba, entonces la armonía y el ritmo, entre suscallejuelas, pidieron su consentimiento para poder hacer magia, donde fantasía y realidad hilaron bien fino. Y la música nos obsequió con sus nobles presentes:
Todo comenzó cuando Rosalía cantó a lo Jurado, un loco abrazo sin medidas, “Se nos rompió el amor”. Nadie podía prever este regalo colmado de sensibilidad, donde unas guitarras tocaron a lo violonchelo para finalmente sin poder contener el duende flamenco, lucirse junto a ella, arropándola.
Alejandro Sanz cantó al corazón partío, susurrándole. Pareciera declararse en la misma Plaza España, entre rojos claveles y rojos mantones bordados junto a un elenco de arte, baile y taconeo.
Juanes no defraudó con su camisa negra, guitarra en mano, cantándonos su tiempo gris vivido en la pandemia, algo que finalmente fue reconfortante junto a su mujer.
La energía Bacana de Yatra sucumbió ante este vagabundo, na-na-na-na-na, dejándonos con sabor a más.
Con esa composición poética de Acróstico, Shakira, acompañada de sus hijos, haciéndoles cómplices de sus lindas melodías.
Laura Pausini nos enamoró con su personalidad, conquistando a Sevilla, donde una Karol G emocionada le hace entrega al tan esperado premio: “Mejor persona del año”, a la italiana más latina del mundo.
Rauw Alejandro hipnotizó al público dejándose influenciar por la genuina Laura, un “Se fue” que del sosiego de sus letras enloquecieron con ese “Baby Hello”acompañado de la guitarra del colombiano Juanes.
El premio que otorga la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, quiso salir de su zona de confort y puso rumbo a la ciudad hispalense para, por qué no, repetir, tras el éxito alcanzado. Es curioso como el galardón pasea por bellos rincones: Puente de Triana, Plaza de España, Barrio de Santa Cruz, Alameda de Hércules, sin duda, es mágico. Verdaderamente se le veía a gusto, paseando, ahí, cual protagonista.
Maluma de riguroso morado y pelo trenzado nos regaló varias canciones a grito de ¡dónde está mi gente latina!, para que a continuación, Shakira de nuevo arrasara en el escenario con su tan sonado éxito junto a Bizarrap.
El Salitre de Manuel Carrasco y Camilo, nos trasladaron a una bella playa para danzar “Pegao”, queriendo estar todo el día a su lao.
Entre bambalinas, la música se ruborizaba, para luego salir a un grandioso escenario y gozar sus triunfos, uno y otro, otro y uno. Un sinfín de artistas que engalanaron la ciudad, que a eso de la madrugada, bien entrada la noche, no veían el fin de tal acontecimiento.
Un dorado gramófono hizo sonar una linda melodía, fue entonces cuando la misma música tomó de la mano a Sevilla y bailaron al compás sin medir los tiempos, aún se les ve entre blancos azahares, que no se cansen, que no se dejen de la mano…
Deja una respuesta