Ni hoy ellos nos ganan… ni hoy somos capaces de mostrar algo de intensidad, ganas, ilusión…
Que este Sevilla está muerto es evidente, ni el chute de ilusión y motivación que siempre le dan al fútbol estos partidos son capaces de alterar el encefalograma plano que presenta la empresa, la institución, la directiva, el banquillo y la plantilla. Y la grada. Todos.
Derbi en casa y la peor imagen que recordamos en un partido de estos se ha dado; lo único reseñable es el golazo de Rakitic que ha sido el mejor del Sevilla y en el primer disparo a puerta del equipo, en el ¡minuto 70! ha entrado por la escuadra.
Primero fue Cádiz, luego Celta, después el Arsenal y hoy esta gente y todo de mal en peor. El resultado depende de la capacidad del equipo de enfrente.
Hoy solo podemos destacar mínimamente a Ivan Rakitic y a Soumare. El portero regala el gol, es incapaz de aportar cierta tranquilidad, en defensa, Navas solo lo ha intentado para arriba dejando la espalda 1000 veces descubierta, Badé y Gudelj ni fu ni fa, Pedrosa es muy rápido y parece que hace más de lo que aporta. El centro del campo ha sido un desastre, una vez más. Soumare ha estado solo; Sow, titular indiscutible en un buen Eintrach de Frankfurt y en su selección suiza es una sombra más parecida a Joan Jordán que al propio Djibril Sow. De Oliver Torres poco más vamos a decir porque… pues eso. Ocampos solo sabe trotar sin más, parece que mentalmente está fuera y En Nesyri es que ya cansa, aburre y se amontonan las palabras para catalogar a un pésimo delantero, peor futbolista.
Lukebakio ha vuelto a demostrar que es un bluf más que con un taconcito, una cachita y nada más se cree alguien. Qué razón tenía Mendilibar…
Suso más de lo mismo…
Me pierdo…
Derbi, en casa, un punto, un nuevo ridículo, una nueva camiseta tirada porque una vez más: lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.
Que no se nos olvide que todo comenzó con un minuto de respeto y silencio que destrozaron los que ocupaban la zona visitante con sus cánticos. Así son. Ni eso…
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