
Argentina, Roma, Francia entera, Estocolmo, Turquia…
Hoy, España.
La imagen de un niño de 10 años llevando sobre los hombros a su hermana de meses (herida) mientas cumple la orden del gobierno de Israel, de abandonar Gaza mientras llora con el corazón encogido y el de un niño de 14 años convertido en un guiñapo que apenas puede abrir los ojos(por falta de comida), nos ha llevado a un tipo de infierno que creíamos que (en pleno siglo XXI) ya habíamos logrado superar.
Un infierno dónde no se les permite ni recibir comida, medicinas o opciones de refugio (una simple tienda de campaña) trás pulverizar uno por uno los edificios de una región entera.
Un infierno dónde, los hospitales, son objetivo prioritario de los aviones bombarderos.
Un infierno dónde, una parte de los descendientes de aquellos que fueron víctimas, son verdugos sin ningún tipo de conciencia.
Hoy vi un poco de aquella humanidad que creía perdida en tanta gente ondeando la bandera Palestina.
Pero hace falta que esa humanidad llegue al corazón del líder que encabeza el exterminio y del líder que apoya, con declaraciones y armamento, al primero.
Y no, la religión no es el problema cuando se incumple el cuarto mandamiento.
El rotundo «no matarás».
Tampoco unos rehenes que, con toda probabilidad ellos mismos (los sionistas) han asesinado en los bombardeos.
El problema es la ambición desmedida de unos y la falta de unión del resto del mundo.
«Quién salva a una vida, salva al mundo».
Ojalá los asesinos recuerden ésa parte de su libro sagrado que no deja lugar a dudas.
Porque el día que el mundo se levante contra ellos…ese día será su Armagedon.
Económico, territorial y moral.
Exactamente igual que pasó con Alemania trás la segunda guerra mundial.
P.D.- El 04/05 de octubre se harán manifestaciones en todas las capitales de provincia españolas y de los más de 190 países que han reconocido a Palestina cómo nación no soberana.
Israel se convierte así en el nuevo estado nazi en la historia del mundo con cientos de miles de asesinatos.


