Las ilusiones se quedaron agarrotados a volver a cerrar la puerta, allí tan solas y desvalidas, no sabían que quedarían atrapadas para siempre tras una mentira delante de testigos.
Lo que Dios ha unido que no lo separé el hombre…. Y todos rieron al salir de la iglesia.
Pasear por el paraíso, llegar a la catedral del bien e intuir momentos de felicidad extrema, simbolizada por un coche de otros tiempos. Ojalá el amor también sea como los de antaño. O eso dicen los viejos…
Ostentación a las afueras de la máxima ostentación, camino sin rozamiento hacia la perdición.
Pellizquen un poco de humildad del crucificado o agárrense que las curvas están próximas.
Coche de época, Catedral. Deseo que no se arañen mucho la garganta con las tostás al mediodía.
Coche de época, Catedral. Deseo que no se arañen mucho la garganta con las tostás al mediodía.
No cambio mi vieja cáscara de nuez por tu bólido ni harto de ron.
¿Dónde es la celebración?
¡¡Derramemos ríos de ron en honor de los recién casados!!
Sus marchas siguen funcionando. Su vida sigue rodando.
Una encrucijada. Señas exactas. Misterio resuelto por la mujer con gabardina.
¿Llueve o no llueve?
Ojú, al final va a sobrar hasta la corbata.
De blanco inmaculado,
con mácula presente.
De traje y encorbatado,
con agobio evidente.
De día o de noche,
familia, fiesta y menús.
Los novios en coche,
los invitados en bus.