Hoy entrevistamos a Alicia Ruiz, musicóloga y carnavalera de pro.
Para los que no te conocen… empezaremos por tu presentación ¿Quién es Alicia Ruiz?
Pues soy una persona en constante cambio y un poco inquieta. Tengo 22 años y soy de Jerez de la Frontera, aunque he vivido durante cuatro años en Granada por mis estudios universitarios y actualmente estoy viviendo en Tenerife. Me considero una persona muy empática, luchadora y constante. Si me propongo algo suelo usar todas mis herramientas para poder conseguirlo. La música en mi vida ha estado presente desde que tengo uso de razón, por tanto desde muy pequeña no concibía un futuro sin ella. Desde el pasado junio soy musicóloga y hace aproximadamente diez años el carnaval de Cádiz llegó a mi vida para quedarse. Para finalizar mis estudios realicé mi trabajo fin de grado realicé un estudio sobre el carnaval de Cádiz y para poder aportar mi granito de arena a las mujeres del carnaval, en él realicé un estudio y análisis de un fragmento de la comparsa We can do…Carnaval. Durante mis cuatro años de carrera he intentado encaminar todos mis trabajos hacia el carnaval porque en un futuro me gustaría especializarme en este campo de la etnomusicología.
¿Cuál es tu relación con el Carnaval de Cádiz? ¿Qué agrupación o autor fue la que te introdujo en el mundo carnavalesco?
A día de hoy creo que he conseguido dar un paso más y mi relación con el carnaval ya no es solo como mera aficionada, si no que como musicologa intento conocer el origen, poder tener una visión crítica y contribuir a la difusión y estudio de la fiesta, pero como es de esperar, esa faceta de carnavalera es inherente a mí. Esto es un arma de doble filo pues en ocasiones me hace disfrutar de mi trabajo y me llego a emocionar, pero en otras ocasiones no me deja ser del todo imparcial.
En mi casa el carnaval nunca ha sido algo que llamase la atención, solíamos ver algunas actuaciones por la tele pero como más, pero en 2012 hubo dos actuaciones que me llamaron la atención. Esas fueron “Las pepis” de Selu y “La serenissima” de Juan Carlos. Desde hace ya 10 años y con cada carnaval que pasa mi pasión e interés aumenta. Es curioso porque cuanto más conozco las antiguas coplas, mejor entiendo las de ahora y es el pez que se muerde la cola.
En Granada, has estudiado la carrera universitaria de Musicología, ¿Qué tan conocido es el Carnaval allí?
La verdad es que me sorprendió bastante la afición que allí encontré. Cuando falleció Juan Carlos Aragón yo me encontraba de exámenes, para ser exactos acababa de terminar un examen de filosofía cuando recibí la noticia, y recuerdo ir un par de días después a la plaza de las batallas porque iba a tener lugar un homenaje y acudieron numerosos aficionados y a priori fue algo que me llamó mucho la atención. En los cuatro años que he vivido allí se han celebrado numerosos conciertos de agrupaciones o shows como los de Morera y Meni, no solo en la capital sino también en los pueblos de alrededores. Granada cuenta con una comparsa y tuve la suerte de que contactaron conmigo, pero por incompatibilidad de mis estudios no pude aceptar. Por lo general y por lo que he vivido, Granada cuenta con una gran afluencia de aficionados al carnaval de Cádiz pero yo no he podido encontrar un carnaval “autóctono” como ocurre en Málaga por ejemplo.
Granada cuenta con el centro de documentación musical de Andalucía, pero no pude encontrar mucha información acerca de mi tema de investigación.
El Carnaval es música y letra, un conjunto. ¿Has encontrado a lo largo de tu etapa universitaria influencias del carnaval en la música o viceversa? ¿Has tenido la oportunidad de trabajar esta relación en alguna asignatura?
Para contestar correctamente a esta pregunta creo que es necesario recalcar que estamos hablando del carnaval de Cádiz, conocido como el carnaval de la copla. Esto es importante porque como dices, el carnaval de Cádiz es música y letra, pero no todos los carnavales son música y letra, de hecho el origen del carnaval es religioso y no tenía nada que ver con el carnaval que hoy conocemos. El carnaval llega a Cádiz por el transporte marítimo, los barcos que proceden de Italia traen a esta ciudad además de la mercancía unas tradiciones muy peculiares con máscaras y música de salón. Estas costumbres son adoptadas por los gaditanos, quienes las ligan a los cantos de ida y vuelta que tanta importancia adquirieron con los viajes a América. Una vez hecho este contexto, nos tenemos que remontar al periodo de la dictadura española, donde el carnaval sufre una de sus mayores censuras, llegando a estar incluso prohibido. Gracias a un trabajo que realicé sobre este tema pude entender que es en este periodo donde nace la ironía y el doble sentido. Los autores usaron el doble sentido para poder decir lo que querían con sus letras sin que lo eliminaran o lo matasen.
En cuanto a la música, tenemos que tener en cuenta que los autores y autoras, por lo general no tiene una formación musical académica sino que lo que han aprendido es por tradición familiar o por amigos en los ensayos, es por eso que las músicas, en un principio suelen ser melodías pegadizas y muy lineales para que sean fáciles de memorizar y recordar.
A día de hoy la carrera de musicología cuenta con asignaturas de géneros específicos como Jazz y músicas urbanas o flamenco pero no tenemos ninguna asignatura que se relacione con el carnaval. Lo más cercano que encontramos es la etnomusicología que estudia el folklore y las tradiciones. Recuerdo que en primero cursé una asignatura sobre géneros literarios donde aplicamos la intertextualidad, es decir transformar una obra de arte en otra disciplina. Por ejemplo hacer una canción sobre un cuadro o un poema sobre una sonata. Más allá de eso no recuerdo que profundizaremos mucho en el tema.
¿Cómo ves el concurso actualmente en cuanto a calidad musical?
Como musicóloga no me gusta hablar de calidad musical, si no de complejidad. Recuerdo que mi tutora, desde su desconocimiento, me recalcaba que el carnaval no era música, pero soy intérprete, toco el piano, la guitarra, la flauta travesera y además canto en coros desde los 13 años, y puedo asegurar que me resultó muy complicada realizar la transcripción a partitura del estribillo. Una de los apartados de mi trabajo era la creación de partituras y pude llegar a la conclusión de que no es práctico realizarlas. Ni los autores ni los componentes tienen la capacidad ni los conocimientos para leerlas partituras, como viene pasando con las tradiciones de transmisión oral, el ser humano aprende las melodías mediante la escucha y repetición. Los investigadores necesitamos de las partituras para poder analizar la música en profundidad, pero en lo práctico, los intérpretes no las usan, así que es muy poco viable realizar una partitura de cada función.
Como ya he comentado, los autores y autoras de carnaval no tienen estudios musicales, pero no por ello podemos decir que sus obras son simples o poco elaboradas. Las comparsas, por lo general, suelen tener una música muy trabajada, con diferentes voces cantando diversas líneas melódicas. Para que nos entendamos, en una chirigota casi todos hacen la misma voz y cantan casi lo mismo, pero en las comparsas podemos oír que hay voces más agudas en algunas partes, otras haciendo coros y otras más graves que aportan fuerza al interpretación. En las guitarras, mientras unas hacen los acordes, otras hacen el punteado. Y por último los coros, que cuentan con una enorme orquesta de cuerdas en directo. En resumen, a pesar de que los autores y autoras de carnaval no tienen conocimientos musicales en su mayoría, son capaces de crear obras muy complejas.
¿Qué tipo de modalidad escuchas más? ¿Por qué?
Como con el resto de estilos musicales, dependiendo un poco de como me encuentre emocionalmente suelo escuchar más unas agrupaciones u otras. Si me pongo carnaval para escucharlo de fondo mientras hago algo suelo ponerme presentaciones o antologías, pero de costumbre, si me pongo a escuchar agrupaciones por gusto o entretenimiento, suelo escuchar sobre todo comparsas. Las comparsas llevan tres guitarras y una música un poco más elaborada y seria. Como he comentado antes no me gusta hablar de calidad musical, si no de complejidad, y es indiscutible que las comparsas suelen contar con un acompañamiento de guitarra muy completo y dinámico. Tengo que admitir que muchas veces me pongo todas las fases de algunos cuartetos, la modalidad que suele ser la más olvidada para todos, pero realmente son obras teatrales, y como dijo Javi Aguilera en uno de sus cuartetos, “la gente dice que el cuarteto ni es carnaval ni eso es na, que el cuarteto es teatro… ¿y esto que es un chiquipark?”
Me contaste que tu trabajo fin de grado está relacionado con el Carnaval y, más concretamente, con la mujer. Cuéntanos cómo lo hiciste y qué te motivó a escribir sobre dichas cuestiones.
Desde que era muy pequeña sabía que de mayor quería dedicarme a la música, no sabía de qué forma, pero sí que tenía que estar muy presente. Me resultó muy complicado dar con la musicología ya que es una carrera muy poco popular en España. Incluso antes de terminar mis estudios de bachillerato supe que si entraba en ella haría mi TFG sobre el papel que tiene la mujer en el carnaval de Cádiz. Esto fue algo que tuve presente desde el primer día de clase y siempre intentaba encaminar mis trabajos hacia esa temática o hacia el carnaval en general. Al llegar a cuarto tenía muchísima información sobre el tema y podría emplear el tiempo en hacer trabajo de campo, entrevistas o transcripciones y análisis de las obras. Esta fue mi idea original, pero tras unos problemas con mi tutora me ví “forzada” a tomar otro camino. Mi tutora no era española y además era especialista en análisis de música académica, en otras palabras no tenía ningún conocimiento sobre que era el carnaval y no entendía muchos de los datos que yo iba aportando. Fue ahí cuando me dí cuenta de que estaba dando por hecho muchos conceptos básicos para el aficionado pero desconocidos para aquellas personas ajenas a la fiesta. Otro dato importante es que en mis trabajos hacía una pequeña introducción al carnaval pero nunca llegué a encontrar algo que se pareciera a una “guía del principiante” y por eso decidí hacer mi tfg como una pequeña introducción al carnaval. Tenía mi trabajo casi encaminado pero seguía teniendo la “espinita” de no poder hacerlo sobre las mujeres. Este año hemos presenciado un hecho histórico al tener tanta presencia femenina en la final así que se me ocurrió estudiar un caso práctico real y elegí el estribillo de la comparsa WE CAN DO para poder crear una partitura y posterior análisis. Es así como nace mi TFG titulado Introducción al carnaval de Cádiz y estudio de la comparsa WE CAN DO..CARNAVAL.
¿Tienes pensado realizar alguna tesis doctoral para continuar tu trabajo fin de grado? ¿Crees que faltan trabajos relacionados con el carnaval en el ámbito académico, especialmente en la universidad?
Seguir con la investigación es algo que me encantaría, actualmente estoy cursando un máster de pedagogía musical, pero no descarto hacer más publicaciones en un futuro o incluso poder adentrarme en la crítica musical.
Como musicóloga en mi investigación he echado en falta documentos de referencia, especialmente musicológicos. Afortunadamente la etnomusicología está cada vez más en auge y el folklore andaluz es algo que interesa cada vez más, pero creo que estamos lejos de conocer a fondo la cultura que tenemos. En España es casi imposible vivir de la investigación y eso es algo que se debería cambiar, es cierto que existen algunas becas, pero son tan escasas y solicitadas que acceder a ellas es casi imposible. La carrera de historia y ciencias de la música (musicología) es la única carrera universitaria que se centra en el estudio de la música, por si fuese poco solo cinco universidades cuentan con ella en todo el país.
¿Qué esperas del próximo concurso del Falla?
El pasado concurso fue un poco extraordinario en todos los sentidos, así que como aficionada solo espero que se siga dando oportunidades a todas las agrupaciones por igual (femeninas, masculinas o mixtas) y que se deje un poco de lado la trayectoria de años. Que esa evolución y cambio que llevamos viendo unos años no se pare, que continúe y cada año demos pasos solo hacia adelante, nunca más hacia detrás.