Navidad, época el año en la que todo el mundo, e incluyo hasta el más fiero, se hace bueno.
Navidad, quizás Pascuas, época del año en la que las bocas se llenan de felicitaciones y los estómagos de comidas copiosas prácticamente imposibles de digerir por un estomaguito al uso.
Navidad, periodo de vacaciones para los pequeños previo al momento de mayor ilusión del año, los Reyes Magos.
Navidad 2011, se me ha brindado la oportunidad de interpretar un gran papel. Papel con una pequeña frase y muchísimo carisma. Sí, se me otorgó el privilegio de ejercer de Rey Baltasar.
Navidad 2011 y uno de mis sueños cumplidos…
Sueños cumplidos porque vestirse de Rey Mago es quizás la ilusión de todos los que vivimos esta festividad con la mayor de las ilusiones. Imaginad todo lo que implica el meterse en la piel de un Rey, encima mago, y para mas «inri» negro…El maquillaje tendría que ser perfecto. Por suerte tengo muy cerca unas manos, también mágicas, que hicieron de mi piel blanquecina, una piel de raza negra, y unos ojos que brillaban acorde con los latidos de mi emoción. El ropaje también dignos de tal personaje…
Pues toda mi ilusión se quedó en nada cuando vi las caritas de esos pequeños artistas que interpretaban un humilde Belén, al más puro estilo trianero. Mi ilusión no existía, solo existían ellos y sus respectivas caritas de asombro y miedo casi a partes iguales.
Nunca podre olvidar las caritas de esos pequeños actores al ver aparecer a los Tres Reyes Magos…sus caras desbordaban sorpresa, ilusión y no sé cuántos adjetivos mas… ¡¡Misión cumplida!!
Y digo misión cumplida porque el fin con el que se realiza esta bendita función no es otra que hacer felices a los más pequeños. Nada importa. El esfuerzo del equipo improvisado de tramoyistas, de la directora y sus colaboradoras no tiene sentido sin esas grandes miradas en esos cuerpos pequeñitos.
Cuando digo nada importa también me refiero a esos señores que nada ven bien, que critican por criticar incluso cuando su critica se traduce en una ausencia, tan esperpéntica como esperada y cuya única aparición, muy puntual, se simbolizan en subir a un escenario a recoger un recuerdo que ni mucho menos le corresponde…
Navidad, época del año en la que la ilusión de los enanos es máxima y donde nada importa al lado de la mirada de un niño…
carmina tamayo marin says
4 enero, 2012 at 23:22Alucinante Juanma tu traducción de aquellos momentos.Fue la sencillez de la inocencia de los niños, q no se los otros, pero q la mia, desde ese dia, es fan de BAltasar y esta atacada pq dice q ella lo ha visto antes q muchos niños. Tiene q haber sido bonito para ti, sobre todo si recibes de todos el mismo resultado q con ISabel.Un beso muy fuerte de los tres y uno enorme de ella. PD.-mañana portate bien eh????