Nacidos para dominar Sevilla fue el canto de guerra que ganó en la última batalla. Hoy toca dominar Sevilla pero en Europa.
Temporadas malas en ambos casos, cada uno se encuentra en la posición liguera que se merece según los méritos cosechados; ya nada importa…
Cuando las legiones rojas y blancas vuelvan a inundar el campo de batalla de cánticos, banderas, bufandas y un inmenso tifo, el rival solo puede sentir una cosa: miedo al ridículo.
Ganar no solo es obligatorio, debe ser ley. Arrasar desde antes del segundo 1, humillar por sangre, sudor y lágrimas y que todo se transforme en goles, goles y más goles de manera que ni se disputen los primeros noventa minutos.
Unai debe poner a los buenos, inundar de sangre hirviendo el verde del cesped donde los peones enemigos deben caer en el error, en el miedo, en el pavor a perder cada choque, cada enfrentamiento…
No hay que subestimar a nadie; no debemos parecernos a los arrogantes romanos que en la arena del Coliseo se reían del último batallón de esclavos perdidos en las catacumbas ya que no podemos dar la mínima opción a que se escape una lanza en forma de disparo y se cuele en el corazón del Domine de la Metrópoli.
Todos debemos ser gladiadores; todos debemos portar nuestro corazón como símbolo de unión; unión que se refleje en un único y constante cántico hacia los nuestros. Dicen que los infiernos están en Turquía, Grecia…Yo digo que las calderas que más calientan son las gradas del Ramón Sánchez Pizjuán y que para infierno, el vivir 90 minutos contra 45.000 almas que se van a dejar la vida en el intento. ¿Intento? Error mío!!! No lo vamos a intentar!!!! Lo vamos a conseguir!!!!
@juanma_gv Imagen tomada de wallpaperssevillafc.com
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