Siempre he escuchado hablar de la dulce espera, sin saber bien lo que era. Hoy me ha tocado a mí, pero ha sido amarga, con la sensación del vacío dentro, con el pánico a no volver a verte, con la ansiedad… Decidí echarme y pedirle al universo que te trajera de vuelta.
Escribo hoy para expresarle mi preocupación por los perros callejeros de nuestro entorno. Me encantan los perros y tengo uno desde hace muchos años, así que sé que son importantes para familias como la mía y la tuya. Veo fotos de perros en las redes sociales todo el tiempo, y me rompe el corazón pensar que tienen que vivir en la calle.
Sé que tienes muchas cosas que hacer ahora mismo, pero ya que entramos en estas fechas tan señaladas si quieres hacer un regalo y estás pensando en un perro piensa en la responsabilidad que conlleva.
Envidia, siento envidia.
Sentado te mira y espera,
que vengas pronto de vuelta.
Al llegar, sonríe a su manera
dejando su pena disuelta.
Una tarde, unos mandados,… Una excusa para perderme entre las calles llenas de gente de un supermercado de barrio sin la necesidad de grandes compras. Algún capricho a la cesta y mientras, mi fiel amigo aguarda para seguir con su paseo…
Decía la letrilla algo así como mi perro centinela siempre conmigo… y otro que decía aquello de que cuántas más personas conozco, más quiero a mi perro. Pues eso.
Escucho a los jóvenes pasar por la acera hablando de perrear esta noche y se me viene esta imagen a la mente. Eso sí que es felicidad.
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