• Microrrelatos del orgullo y la libertad
• Microrrelatos de la vieja fachada
• Microrrelatos del buzón de Pest
Así me he quedado, helada. No puedo dar crédito. Aún está por determinar cuál será la canción del verano. ¡Por favor! Que han pasado ya quince días desde su comienzo. Será Clavaíto, El Merengue, El tonto, Las Babys, Coco Loco…Pónganse las pilas y decidan…Tic, tac, tic, tac…
Patricia Delgado
Emprendimos el viaje en la expedición la Miriada. Íbamos a surcar los mares del Ártico. Hielos antes perpetuos perdían ahora volumen. Sorprendía el ruido de su rotura por efecto del calor en aquella inmensidad. Soledad. En breve solo nos quedará el hielo del gin tonic, los polos se habrán fundido.
Arancha Naranjo
Entré en la cafetería huyendo de la terrible calor de Andalucía en julio.
-«Qué le pongo?»
-«Un trocito de polo norte, por favor».
Y dicho y hecho…
Cubitos de hielo, Curacao Azul, zumo de Arándano Azul, vodka y zumo de arándano blanco
-«Señorita, aquí tiene su polo norte.»
La Renacida
Siendo del sur, pero de mi sur. Me pilla demasiado lejos el norte, y más ese norte.
Ángel Salgado I
Al calor de un abrazo me mantengo vivo.
Huyendo de ti y de tu gélido frío.
Ángel Salgado II
Por tu mirada se sintió desplazado,
sin saber qué hacer, miró a otro lado.
Allí la encontró, entre muchas más,
y supo que no la dejaría jamás.
De tu frialdad y de ese dolor pasajero,
nació el calor y un amor sincero.
Nunca podré estarte tan agradecido
de tu rechazo y de haberte conocido.
Ángel Salgado III
Si digo que no se me ha venido a la cabeza un mojito, miento. Y no soy yo muy de mentir…
Ángel Salgado IV
¡Que sean dos camarera! Una por las ganas y otra por la espera.
Ángel Salgado V
I
Fue, no vio nada más que hielo y como no había enemigo se volvió con un resfriado.
II
¿En el Polo Norte se le echa hielo al gin tonic o gin tonic al hielo?
III
¿Qué le dice un esquimal a otro dentro de un iglú?
Dónde está la pared, que separa tu vida y la mía…
IV
Cada noche mi vida es para ti, como un juego cualquiera y nada más. Porque a mí me atormenta en el alma… Tu frialdad
Juanma García
Casi como el témpano que ves, casi como el mismísimo Polo Norte. Así es tu corazón castigado por la vida que llevas.
El Mendigo
En el Polo Norte, el hielo reinaba soberano, como un inmenso congelador natural. Los osos polares paseaban por su territorio helado, disfrutando de su hábitat cada vez más reducido por el calentamiento global. Qué maravilla, pensar que los humanos contribuyan a derretir el hogar de estos adorables habitantes árticos. ¡Cuánta ironía!
La Morada IA
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