
Regálame un susurro. Los colecciono. Ni los compro ni los vendo, no tienen precio. Los guardo bien adentro. En esos días donde no sale el sol, donde la vida caprichosa te lástima, los saco a relucir, entonces, respiro hondo y cuál margarita deshojo uno y otro, uno y otro…
Patricia Delgado
En la oscuridad de la noche, un silencio opresivo envolvía la habitación. De repente, un escalofrío recorrió su espalda al escuchar un susurro apenas perceptible.El miedo lo paralizó, mientras el susurro se intensificaba, llenando su mente de terror. Sin saber de dónde provenía, se preguntaba si era real o solo producto de su imaginación. El susurro se convirtió en su obsesión, persiguiéndolo incluso en sus sueños.
Manuela Sánchez
Me gusta sentarme en la playa y escuchar el susurro de las olas. Me hipnotiza el romper del agua en la arena metódica y acompasadamente. Puedo pasarme horas embobada haciendo dibujos o simplemente escuchando.
O cuando hay tormenta que pasa de ser un ruido ronco a un bramido ensordecedor.
Arancha Naranjo
I
Susurros desgarradores, silencios que llegan al alma atravesándola cual daga.
¡No me chilles, que no te veo!
II
Palabras abrasadoras que me traspasan. Ecos de esas verdades que se dicen a media voz. Susurros…
III
Secretos en reunión es una falta de educación.
Susurros ni susurros…
Juanma García
Leve soplo nocturno. Susurros acompañados de alguna hoja arrancada que se sostiene en la nada. Para que luego me digan que el silencio no recita en voz alta.
El Mendigo
Plaza Doña Elvira, una pareja de tortolitos se declaran amor eterno. Susurros de eternidad en un encuadre mágico.
Rey San Fernando
Estoy bajo la mesa camilla. Mi madre me está buscando. Grita mi nombre fuerte: -¡María, María!!!!
Yo digo en un susurro: -¡Estoy aquí!!!
Mi padre grita: -¡Golllll!!!!!
Yo grito con él, pero un grito susurrado, pequeño, callado. Un grito que no escucho nada más que yo.
Y, después, sigo leyendo.
La Renacida
Bajo la sombra del sauce
susurro, a solas, al silencio,
pensando en cómo reluce
las vistas que presencio.
Añoro aquello que aprecio
y que ya, de lejos, disfruto.
No te conviertas en un necio
por culpa del engaño astuto.
Ángel Salgado I
En la plaza de Santa Marta, me susurra Sevilla.
Ángel Salgado II
Tus ojos me alegran cada día,
tu mirada me susurra, vida mía.
Ángel Salgado III
I
Como si se escapara entre los labios, un secreto lleva: Un «Te quiero» que el corazón acelera.
I
Entre ellos se disipó la niebla que quería invadirlos. Poco a poco se reconocieron. Todo era confuso hasta que el susurro electrificó el ambiente: «Tú también me gustas».
III
Después de tanto llanto logró calmarse. Sin embargo, la mínima existencia de su sentimiento hizo que se lo confesara levemente, evitando volver a romperse.
Rocío C Gómez
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