
Octubre del año 79. Una mujer cocina. Vive tranquila, de espaldas al desastre, esperando. Más adelante lo documentará Plinio el Joven: el Vesubio se ha llevado por delante a Pompeya. Ella no ha tenido tiempo ni de poner la mesa. La vida de las pequeñas cosas envuelta en cenizas.
Calila
La multitud se congregaba a los alrededores después de aquella gran explosión, a pesar de las advertencias, nunca imaginamos que podía darse de aquella manera tan cruel e inhumana.
La humareda cubría toda la cuadra, los desechos y rastros de concreto quedaron regados por todo el lugar, la imagen parecía sacada de una película de acción: caras ensangrentadas, llenas de polvo, con lágrimas que dibujaban caminos abriéndose paso sobre el ollin de los rostros, ojos grandes e incrédulos que miran por doquier, buscando una explicación a aquel desastre…
Manuela Sánchez
Que se acabe la cruzcampo, el hielo o el jamón; que llueva en Semana Santa; el azahar no florezca en primavera; las campanas de la Giralda no resuenen; el azul del cielo sevillano pierda su tonalidad; o sea, no hay mayor desastre…
Patricia Delgado
I
Súbito desplome del orden hacia el caos insondable, una secuencia trágica de acudimientos desafortunados que convierten la certeza en incertidumbre y lo predecible en secreto a voces lejano de lo irremediable.
II
Abrupta rendición del orden, cataclismo que rasga las entrañas de lo previsto, sinfonía discordante donde la realidad se desmorona ante la mirada impotente del destino.
III
Disonancia del universo, desgarro en el tejido de lo establecido allà donde las fuerzas desatadas de la fatalidad disuelven el equilibrio y sumergen la razón en un torbellino de ruina y desconcierto.
Anita
La humanidad se alzó gloriosa en su ceguera, creyéndose alma y ama del mundo. Construyó imperios y tecnologías, pero en su arrogancia se condenó a su fragilidad. Cuando el colapso llegó, no fue el fin del mundo, sino del espejismo y el verdadero desastre no fue la caída, sino haberse creído que nunca podría suceder.
Nemesio Laverde
I
Se podría considerar un desastre aunque solo era un caos inmenso, pero controlado.
II
Babel, la torre del desastre
III
Disaster movie, su título lo dice todo.
Juanma García
Quiso coger todo lo que llevaba en el maletero para no dar dos vueltas.
La caja sobre el cartón, la bandeja sobre la caja, la tarta sobre la bandeja,…
Su madre, ave de mal aguero dónde las haya, le gritó desde la ventana: «se te caerá, verás cómo se te caerá!!»
Y efectivamente, fue soltar el conjuro maléfico y una ráfaga de aire tempestuoso hizo tambalear su cuerpo hasta tal punto que la torre cayó.
Y allí, delante de aquel desastre, juró no volver más a casa de la bruja.
BASADA EN HECHOS REALES.
La Renacida
Abrir la nevera y que solo quede un botellín…
Ángel Salgado I
No hay mayor desastre que perderse tu mirada.
Ángel Salgado II
Hoy, el desastre va por barrios…¡otra vez!
Ángel Salgado III
Entender que todo puede pasar
o dejar de hacerlo.
Comprender que no se puede evitar
ni tratar de conocerlo.
Sobrevivir, para olvidar
el desastre interno.
Ángel Salgado IV
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