El aire justo, que agitado calma tu necesidad.

El deseo
Pensar, más de lo que puedo.
Querer dar aquello que espero.
Volver a pensar, asumir que no llego,
dejando de querer lo que quiero.
El final
Completamente, de ti, lleno.
Rebosando, por mi piel, tu veneno.
Entiendo que en este horrible momento,
si dejo de respirar, ya no reviento.
La confesión
Prometo que si te miro a los ojos
ya solo siento que no queda nada.
Me vacié pendiente de tus antojos
sin darme cuenta que no te anhelaba.

Deja una respuesta