
El mundo de la música despide a Felipe Campuzano, pianista y compositor gaditano que falleció este martes 4 de marzo de 2025 a los 79 años en su residencia de Marbella. Su legado queda inmortalizado en su particular visión del piano flamenco y en una obra marcada por la fusión entre la tradición andaluza y la música clásica.
Un talento forjado entre Cádiz y Madrid
Nacido en Cádiz en 1945 en el seno de una familia de músicos, Campuzano demostró desde joven una sensibilidad especial por el piano. Inició sus estudios en el Conservatorio de Cádiz y los perfeccionó en Madrid, donde obtuvo el Premio Nacional de Fin de Carrera, un reconocimiento que anticipaba la brillante trayectoria que estaba por venir.
Su música estuvo influenciada tanto por el flamenco como por la música clásica, un sello distintivo que lo convirtió en uno de los grandes innovadores del piano en España. Con una técnica depurada y una profunda admiración por su tierra, desarrolló un estilo único que definió gran parte de su carrera.
Éxitos como compositor y el piano flamenco
Además de su virtuosismo como intérprete, Campuzano dejó su huella como compositor. Fue el autor de canciones que marcaron una época, como Amigo conductor (1968), interpretada por Perlita de Huelva, y Te estoy amando locamente (1974), éxito de Las Grecas. Sus composiciones combinaron la esencia popular con arreglos innovadores, consolidando su prestigio en el panorama musical español.
Sin embargo, fue en la década de 1980 cuando alcanzó su mayor reconocimiento con Andalucía Espiritual, una serie de álbumes en los que exploró la profundidad del flamenco a través del piano. Obras como Las Salinas (alegrías) y Sevillanas del Alma evidenciaron su capacidad para capturar la esencia de Andalucía en cada nota, con un estilo que trascendía lo convencional.
Un legado imborrable
A lo largo de su trayectoria, Campuzano recibió numerosos premios, como el Internacional de Arte Sagitario de Oro de la Academia Santa Cecilia de Roma y el primer premio en el certamen de piano Manuel de Falla. Su última actuación en Cádiz, en julio de 2015, fue un emotivo reencuentro con su ciudad natal.
Felipe Campuzano se marcha dejando una obra que sigue viva en el corazón de la música española. Su arte, entre la tradición y la modernidad, seguirá resonando en cada acorde de su piano.
