Nos quieren hacer ver que todo lo que rodea al Madrid es un asunto de Estado. Yo digo que no, que Vinicius no es más víctima que un portero visitante y Brahim no es más que un jugador que no tiene hueco en la selección.
Mucha gente va a los campos de fútbol a insultar, esto es un hecho. Un hecho triste que se convierte en problema si enseñamos a los niños que insultar al rival es una forma de disfrutar del deporte. Lo vimos viralmente en el muchacho de Mestalla, el problema ya está aquí. Con este problema creciendo en nuestros campos, que la víctima sea uno u otro importa poco. Es cierto que en los insultos también hay grados, pero creo que ese es otro asunto. También es verdad que se ha avanzado, en este mismo S XXI hemos visto al portero del Barça recibir tres puñetazos de un aficionado en el Bernabéu.
Lo de Brahim, sin conocer los entresijos y conversaciones internas —que siempre las hay y son importantes—, no tendría mucho tirón si no fuese por las comparaciones que se pueden hacer con otros jugadores. Es cierto que la inclusión de jugadores con muy poca experiencia —Cubarsí, sin ir más lejos— nos hace pensar que Brahim podría tener sitio, pero eso no es decisión nuestra, ni de los periodistas, es del seleccionador. Qué más quisieran los periodistas que poder hacer ellos la lista. Bueno, dudo que quisieran asumir esa responsabilidad, a ellos se les da mejor opinar a toro pasado.