Emotiva despedida de Julien Escudé, despedida diferente para un jugador diferente. Clase dentro y fuera del campo, categoría en su saber estar, en su trato con y para todos. Un grande, un señor.
Agradeció a todas las personas a las que se ha encontrado en su largo camino en la ciudad y empezó a ejercer de embajador de Sevilla para el mundo, un francés que siente como un sevillano y sevillista de corazón. Eso ha ganado Sevilla.
Volver, volverá. Su amor por esta ciudad llega a límites que más quisieran muchos sevillanos nacidos aquí. Empezó recordando a su padre . «Recuerdo que una vez leí una entrevista sobre Pete Sampras. Mi padre, que murió cuando yo tenía 18 años, me explicó que una de sus virtudes era que siempre escondía su estado de ánimo ante los rivales. Ahora me toca a mí la parte más sentimental, recordando lo que he podido vivir aquí».
Palabras al presidente , «Gracias a Del Nido por su respeto hacia mi trabajo, su fuerza, carácter, ambición por llevar al club lo más alto posible, me ha hecho mejor persona y mejor futbolista».
Agradeció a Monchi, «por haber creído en mí en todo momento. Recuerdo que estaba de concentración con el Ajax y me llamó para decirme si quería venir aquí. Me convenció de que siempre tendría un sitio y de que se podían hacer buenas cosas. También al presidente por su actitud hacia mí, su respeto hacia mi trabajo, su fuerza, carácter y ambición para llevar al equipo arriba. Aprender de ellos me ha hecho mejor persona y mejor futbolista».
También tuvo palabra de elogio para sus entrenadores y los diferentes cuerpos técnicos que tuvo. Y señaló a Palop y Kanouté como los compañeros más importantes en su paso por el Sevilla FC.
Escudé también tuvo palabras para la afición: «Me quedo con la gente de la calle, que me pedía fotos y autógrafos, y también con los béticos, porque en todo este tiempo nunca he tenido un problema. La gente no se creía que podíamos convivir dos equipos tan fuertes en esta misma ciudad y con tanto respeto mutuo».
En general, el central hace un inmejorable balance de su etapa como sevillista: «He podido disfrutar de todo lo que quiere un futbolista. He tenido salud, he podido jugar mucho, ganando títulos y siendo muy feliz dentro de la ciudad. He vivido dentro de un sueño durante seis años y medio».
Lo que está claro es que Escudé se ha enamorado de esta tierra, los e´xitos y los títulos quedarán en lo deportivo, pero su amor por Sevilla y sus costumbres le han ganado el corazón. «Mi Sevilla tiene un color especial, el blanco y rojo. Siempre he tenido el olor del azahar, esas naranjas en las calles, los campos de olivos y mis paseos por el Arenal, la Macarena, Triana y la Alfalfa. He disfrutado de los toros con Talavante, el Cid o el Juli».
«En la Semana Santa he vivido cosas muy fuertes, viendo como se vive aquí. He conocido la salida del Baratillo o de La Lanzada, he visto a la Esperanza de Triana por el Postigo y a El Silencio en la Catedral. Además he comido churros con chocolate muy buenos en el puente de Triana. Conocí la Madrugá en 2007, algo muy especial para mí».
«Sevilla es jamón, queso, gambas y Cruzcampo, Sevilla es Taberna, Tasca…»
Se hizo mayor en el SEvilla FC «me han dado títulos, amigos, recuerdos y felicidad. He dejado aquí mucho sudor, muchas horas de trabajo y muchos compromisos y esfuerzo. Siempre quedará aquí una parte de mi corazón, porque he compartido seis años y medio de mi vida. Volveré seguro, pero ahora me toca empezar una nueva etapa, intentado tener lo que he tenido aquí en este tiempo».
ÁS_FdN
fasulas says
30 julio, 2012 at 17:29Gran texto, gran jugador y no se si mejor persona pero a mi me lo parecía.