Visitar la casa del colista de la Liga, de un equipo al que goleamos en Copa con gran facilidad y sacar un empate es mal resultado, muy malo. Pero claro, todo tiene sus lecturas.
Un partido que empieza el Sevilla FC encerrando al rival en su área, con una posesión (con peligro) de más del 70% y que en un balón largo, sin peligro, Navarro choque con el delantero, al que no ve, se caiga y nos piten un penalti en contra, cambia todo. 1-0 tras engañar a Diego López.
Pero claro, el árbitro es Muñiz Fernández y el show estaba asegurado. No tendría muy tranquila la conciencia el trencilla cuando en una falta lateral, pita penalti a favor del Sevilla por un no-agarrón sobre Kondogbia. Esta vez favorece a nuestros intereses y Rakitic, con los fantasmas de Vallecas, engaña al portero y empataba el partido.
Parecía que los tres puntos vendrían a Nervión, porque las sensaciones eran muy positivas pero ya se sabe, llega Muñiz y revienta el partido. Falta a favor del Sevilla, Muñiz pita que se lance y Reyes se concentra y lanza. El árbitro tras dar permiso al lanzamiento, indica con la mano a bastantes metros de distancia que espere, Reyes está concentrado en el lanzamiento y remata, no le ve, es imposible que Reyes le viera. Pues el lamentable de Muñiz le saca amarilla y como era la segunda, pues expulsión.
Hasta en el acta pone que no pita, menos mal que las imágenes le dejan claramente con el culo al aire. Muñiz se equivoca, miente y engaña a los jugadores, y se queda tan tranquilo. Es de vergüenza que estos sean los árbitros de la mejor Liga, lamentable.
Con uno menos se fue aguantando las acometidas del Espanyol, muy flojito el equipo catalán. Pero en un córner, el más pequeño de la clase remata solo, en el área chica y nos hace el 2-1. Fallan todos, pero lo de Diego López es muy grave, no sale a un balón “suyo” y ante un remate mordido es incapaz de sacarlo. Alguien seguirá contándome algún cuento sobre que Palop no debe jugar…claro claro. Vaya papelito.
Y tras eso, pues Míchel cambia a Babá, que no estuvo en Cornellá-El Prat, y mete a Negredo, también entra Rabello por Perotti y Manu por Spahic.
Rabello aportó movilidad, por banda y por el centro, Manu algo de peligro y Negredo aportó todo, es imprescindible en este tu/mi/nuestro Sevilla.
Un balón suelto al borde del área, Negredo abre a la banda a Coke, que pone el balón al corazón del área y allí el propio Negredo remata de cabeza haciendo el 2-2 en el tiempo de descuento. 8 goles del vallecano en mucho menos minutos que otros “cracks” según algunos, cosas.
Pero bueno, parece que el empate es positivo, que nos da tranquilidad, por aquello de la reacción antes todas las adversidades, pero hay que decir que tenemos 19 puntos, que llevamos 8 de 30 en los últimos 10 partidos, que este Sevilla regala y se inmola en todos los partidos unas cuantas veces.
Ya me preguntaba ¿hasta cuándo? Pero parece que esto va a seguir siendo así, todo porque Negredo empataba pasado el 90. Si no, Míchel estaría destituido, o no.
Como dijo Goethe “nunca nos engañan, nos engañamos a nosotros mismos”, y aquí está claro que con los discursos de Del Nido, las palabras de Monchi y las ruedas de prensa de Míchel nos estamos engañando todos a nosotros mismos…
ÁS_FdN
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