Perdónenme por entenderlo como lo entiendo, por sentirlo como lo siento, por vivirlo como lo vivo, por sufrirlo como lo sufro, por disfrutarlo como lo disfruto.
Perdónenme por mis palabras, por mis hechos, por mis ausencias y mis presencias.
Perdónenme por mi intensidad, por mi talibanismo, por mis excesos y mis posibles defectos.
Perdónenme por ser como soy.
Pido perdón por ustedes aunque no por mí. Me gusta mi forma de entender las cosas, vivirlas, sufrirlas y disfrutarlas.
Pido perdón a la paleta de grises pero el blanco y el negro tienen un esplendor tal, que ciega a este que escribe en su afán por ser feliz, a su forma, pero muy feliz.
Vivan con intensidad cada instante por insignificante que parezca y disfruten de todo porque ese todo es lo que te vas a llevar.
Si sale cara, lujo; si sale cruz, tragedia. Pero que te quiten lo bailado.
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