Dicen creer saber de ti y solo saben, lo que saben, porque tú les has permitido la enseñanza.
Andan diciendo de ti, sobre esto o lo otro y nunca se paran, se separan del resto y se ponen el reto de entender.
Creencias sobre el saber y por cómo lo dicen, parece incluso que son grandes expertos cuando aún cursan primero de noviciado.
Entendidos en materias etéreas y abstractas mil; conocedores de todo lo que atañe hasta la extenuación, escasos.
La ingenuidad los hace caer en la misma guarida del lobo una y otra vez; unos van añadiendo peldaños a la escalera de su conocimiento; otros, con suerte son capaces de huir sin excesivos rasguños para volver a caer en zulos, trampas y así van pespunteando sus días en el laberinto que han elegido.
Ay, amiga consejera, maestra de maestras. Qué duro es vivir y qué difícil la enseñanza.