Sólo con mirarte se me cae la baba, y sin probarte sé que estarás gélida, que si te atrapó, me atrapas tú. Pero no quiero esa dependencia de un matrimonio rancio, quiero saborearte despacio igual que hago con la vida.
Temperatura perfecta, coordenadas marcadas y la mejor compañía.
¡Brindemos por los que estamos y por los que beben desde el cielo!
-Ve poniendo otras dos que estás se van a caer- le dijo al camarero que ya estaba tirando otras dos sin previo aviso.
La vida son solo indicios…
¿En qué ambulatorio está el médico de familia que receta ese jarabe?
Espuma blanca que rebasa el límite,
oro líquido color del sol,
frescor amargo que endulza la vida y el paladar.
En tercios y a cañas se nos va la vida, pero ¡ay qué alegría de vivir!
– ¡Camarero, póngame dos fresquitas, que vengo acalorao!
– ¡Pero si hace 2 grados!
– Eso es por fuera, por dentro vengo encendido…
La vida pasa en dos cervezas,
la tuya y la de tu amigo.
No hay mayor certeza
ni para el frío, mejor abrigo.
Vive, bebe y disfruta…
Que la «bida» es muy puta.
Si tú, que me lees, supieras, quizás me entendieras.
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