24 de Abril 2013, a parte del cumple de mi papi, sin duda pasara a los días importantes de mi vida.
Me levanté nerviosa, mas pronto de la cuenta, porque sabía que si la noticia era buena cerraría un capítulo de mi vida, si fuera al contrario pues seguiría con ese capítulo hasta que lo cerrara del todo.
Las horas pasaban y la noticia no llegaba porque la pagina web en donde me lo comunicaban estaba colgada y nadie podía entrar, motivo suficiente para que mis nervios se acentuaran. La espera no iba a ser eterna y por fin llegó el momento en el que vi mis calificaciones y la gran noticia: Había aprobado, ya tenía mi título. Sí, mi título de Educación Secundaria Obligatoria, la ESO, lo mínimo que hay tener. Y no me avergüenza decir que no lo tenía, tampoco es que me llene de orgullo no habérmelo sacado en su tiempo, pero así se dio.
Mi alegría se multiplicó a mil, dos mil y todos los mil que haya, avise a toda la gente que me preguntaba constantemente si sabía ya el resultado. Llegó el momento de comentárselo a mis compis de clase, con los que he compartido estos meses atrás.
Varios sentimientos encontrados, felicidad porque he aprobado, no tengo que segur viendole la cara a los profes y porque siendo 25 de abril ya estoy de vacaciones, pero a su vez un poco de tristeza, quizás sea por dejar de ir a clase y ver a mis compañeros, pasar los buenos momentos que hemos pasado este curso, porque algunos se han presentado y no han aprobado y alguna que otra cosilla más.
Ahora que tengo mi titulo, que ya por fin tengo lo mínimo que se pide y que se debe tener, por fin tengo esa sensación que tantas ganas tenia de tener, la sensación del trabajo bien hecho.